Puntuales como siempre a las ocho en punto y con el autobús lleno , un total de 59 socios nos ponemos en marcha, parada en Huesca para recoger a los amigos de allí y ya tras una parada técnica en Barbastro para café y demás, y ya en marcha hasta Graus donde recogemos al profesor Martí Fornés y continuamos a nuestra primera visita.
Villanova es una población situada en el Valle de Benasque en la comarca de la Ribagorza, provincia de Huesca, tenemos constancia de su existencia al menos desde el siglo XI. La villa se articulaba en dos barrios, perteneciente cada uno de ellos a un señorío con su propia iglesia románica, por lo que en la población encontramos dos templos: el de Santa María y la de San Pedro que además de ser la parroquial, es el santo patrón titular del pueblo.
El más importante de los señores, era el de los Bardají, sus descendientes tuvieron presencia importante en el Compromiso de Caspe y posteriormente en la política española en el Siglo XIX. Durante la guerra civil este patrimonio sufrió importantes destrozos tanto en su estructura como en sus obras de arte, la actuación valiente de los vecinos permitió salvar muchas obras de las llamas.
PARROQUIAL DE SAN PEDRO
El templo se data a finales del siglo XII o principios del XIII., es la mayor de todo el valle de Benasque. En planta desarrolla una sola nave rectangular de planta basilical con dos capillas laterales de época posterior (siglo XVI). Ábside semicircular orientado al Este, precedido por un tramo recto presbiterial. Puerta de entrada abierta en el muro Sur también fechada en el siglo XVI.
Exteriormente el ábside dispone por debajo del alero un friso de arquillos ciegos de tradición lombarda. Estos no apoyan en lesenas, ya que los muros son completamente lisos, construidos en sillería lo que corresponde a una fase avanzada del románico. Solo encontramos dos lesenas en los extremos del semicírculo y ambas están casi ocultas por las capillas laterales. En el ábside se abren tres vanos aspillerados en arco de medio punto con doble derrame. Destaca la gran altura del ábside que sirve para ayudar a salvar el desnivel del terreno.
El interior de una sola nave con bóveda de medio cañón ligeramente apuntada, la nave se divide en dos tramos separados por un arco fajón que apoya en dos pilastras apoyadas en una imposta sin continuación adosadas a los muros laterales. A la altura de la cabecera encontramos dos capillas, la del lado Norte usada como sacristía y abierta en el tramo presbiterial, tiene acceso a través de un pasillo cubierto con bóveda de cañón.
Esta capilla se ilumina por dos pequeñas ventanas adinteladas, una de ellas en el muro Este y la segunda en el muro Norte. La segunda capilla de planta cuadrada asienta en la fachada Sur, se cubre con bóveda de crucería realizada en cemento y su entrada es en arco de medio punto. En esta capilla encontramos la pila bautismal con una gran copa semiesférica. La puerta de acceso se abre en la fachada Sur, tiene un crismón tallado en una placa de mármol sobre la clave del arco que es original del edificio, ya que la puerta fue construida en el siglo XVI. El crismón de los conocidos como trinitarios, tiene las letras alfa y omega y la S de Espíritu Santo.
En el interior, el ábside dispone de un retablo gótico de principios del siglo XVI (1520-1530) que oculta parcialmente los vanos que abren al exterior. Es obra atribuida al maestro de Canillo, población esta última situada en la actual Andorra. Se distribuye en cinco calles, dos pisos, banco y ático En el mismo encontramos un total de trece tablas, entre ellas encontramos a San Pedro, San Pablo, San Juan Evangelista, Santa Lucía, Santa Bárbara, la Decapitación de San Pedro y la Lapidación de San Esteban entre otras. Preside el retablo una talla sedente de San Pedro, El tramo recto presbiterial se cubre con bóveda de cañón, mientras que el ábside lo hace con bóveda de cuarto de esfera.
IGLESIA DE SANTA MARIA
Es la más antigua de la localidad, se encuentra situada en una zona de fuerte pendiente, por lo que la cabecera ha debido prolongar sus muros por debajo del nivel del resto de la iglesia. Hasta ahora no hay ninguna evidencia que el espacio resultante haya servido para albergar una cripta, suponiéndose que la única misión del muro es salvar el desnivel.
Data de finales del siglo XI o principios del XII , es una iglesia de una sola nave, con dos capillas laterales a modo de crucero y cabecera semicircular orientada al este. Debido a la diferencia del aparejo, así como a la decoración (lesenas y arquillos de la cabecera) pueden distinguirse claramente tres zonas: el ábside y la capilla sur serían las zonas más antiguas, siguiendo modelos románicos lombardos; algo más tardíamente se construiría el resto de la iglesia; por último, en el siglo XVI se concluiría la torre sobre la capilla citada, se abriría la capilla norte y se construiría el pórtico y la actual portada.
De este modo, podemos ver por el exterior que la cabecera y la capilla sur están construidas en sillarejo bien trabajado, de pequeño tamaño y casi cúbico, presentando el ábside dos lesenas unidas por los característicos arquillos ciegos de medio punto de tradición lombarda, que se prolongan durante un breve espacio por el comienzo del muro norte de la nave. Bajo los arquillos se aprecia una hilera de mechinales. También en la cabecera pueden verse tres vanos de medio punto de doble derrame, que corresponderían a la obra original.
El acceso se realiza por el costado sur, precedido por un pórtico cuadrangular que apoya por uno de sus lados en el volumen de la sacristía, abre por el frente en arco de medio punto y se cubre con bóveda de cañón. La portada es un sencillo arco de medio punto biselado. En el muro del atrio hay empotrada una sencilla cruz griega de piedra sobre la que se encuentra incisa la inscripción “ISMA”.
En el interior el ábside cubre con bóveda de cuarto de esfera. La nave, dividida en cuatro tramos por fajones de medio punto que apean en alto, lo hace con medio cañón, igual que las capillas laterales. A los pies hay un coro alto, sobre cubierta plana, con viga maestra moldurada y balaustres torneados. La pila bautismal, gallonada situada en el muro opuesto a la puerta, es también semiesférica, sobre un pie derecho torso.
En la visita no pudimos acceder al interior por estar en periodo de restauración, la información del interior esta extraída del blog del que fue nuestro guía D. Francisco Martí Fornés quien amablemente nos lo facilitó.
Hasta ahora magnifica la mañana donde hemos disfrutado de estas maravillas, eso si acompañados del fenomenal paisaje que nos rodea, y sin darnos cuenta se ha hecho la hora de comer, para eso acudimos a Castejón de Sos donde nos ofrecen su magnifica cocina que degustamos con entusiasmo y gran amistad, tras el correspondiente café mientras nuestro coordinador realiza el clásico sorteo de regalos y , una vez recuperadas fuerzas continuamos la actividad de la tarde.
ERMITA DE LA VIRGEN DE GRACIA EL RUN
Situada en un frondoso arbolado, con una marcada senda y un precioso paisaje que en 10 minutos nos llevan a la ermita, es de nave única con cabecera semicircular orientada al este con importante desviación (30º) y una pequeña torre dispuesta sobre la bóveda de la nave, próxima al ábside. Es de resaltar que el nombre de la ermita no es contemporáneo a la fecha de su construcción, probablemente sería la capilla del castillo construido en lo alto de la montaña destinado a la vigilar el acceso al valle por el congosto, paree más probable que por este ambiente guerrero la ermita estuviese dedicada a San Miguel.
La cabecera, la primera mitad de la nave y la torre seguirían la tradición lombarda y serían más antiguas. En la zona más próxima a los pies, que sería fruto de una ampliación inmediatamente posterior, desaparece esta decoración característica. La mitad oriental de la ermita presenta una ornamentación de carácter lombardo a base de arquillos ciegos (a los que se añaden unas toscas lesenas en el ábside), que también aparecen en la torre.
El ábside va montado exteriormente sobre un zócalo de 1,70 m de altura en el que apean dos lesenas que dividen el hemiciclo en tres bandas decoradas por arquillos ciegos (3-6-3), que se continúan en los muros de la primitiva nave. Se conservan algunos vanos originales en esta zona: uno en el centro del ábside, en arco de medio punto con doble derrame, y otro similar en el muro sur; junto a este hay una pequeña ventana aspillerada, con doble derrame, que fue abierta con posterioridad.
La torre, de escasa altura, tiene planta cuadrada y presenta en cada uno de sus paños sendas ventanas geminadas en arco de medio punto con maineles paralelepipédicos rematados por capitel trapezoidal. Las ventanas están insertas en cuadrados rehundidos decorados en su parte superior con cinco arquillos ciegos sobremontados por un friso de dientes de sierra; en los tímpanos de los arquillos del lado norte se conservan restos de una decoración románica en color ocre rojizo sobre blanco, consistente en líneas que repasan la curvatura de los arquillos y, en el arquillo central, una cruz inscrita en un círculo. La torre está cubierta con bóveda esquifada y tejado de losas a cuatro vertientes.
Al interior, consta de una nave dividida en cuatro tramos de dimensiones muy irregulares, un corto presbiterio y ábside semicircular. La nave y el presbiterio se cubren con bóveda de medio cañón y el ábside con cuarto de esfera. La bóveda está reforzada por tres arcos diafragma apuntados que apean en pilastras, que serían añadidos con posterioridad a la construcción del edificio. Sobre los dos arcos más próximos a la cabecera, muy próximos entre sí, va montada la pequeña torre campanario.
La tarde va pasando y empieza a caer el sol , por lo que apremiados por nuestro coordinador recorremos la pista en sentido contrario y enseguida al autobús y ya de vuelta, a casa no sin antes dejar en Huesca a nuestros amigos, y ya a casa donde llegamos a las 21 horas, abrazos despedidas, sonrisas y ya esperando nuevas actividades.
Fermín Maudós. AdR Aragón.