CRÓNICA DE LA VISITA AL PARQUE ARQUEOLÓXICO DE CAMPO LAMEIRO Y DEL ROMÁNICO DE LA ZONA

La mañana del sábado 16 de diciembre de 2023 estaba fría, pero a la hora que nos recogían en la explanada TIR de Vilagarcía de Arousa, ya se advertía que la lluvia no iba a hacer acto de presencia. Esto era de agradecer, porque teníamos por delante una jornada al aire libre visitando el Parque Arqueolóxico de Campo Lameiro y las cercanas iglesias de Santa María de Fragas y San Miguel de Campolameiro.

El autobús nos dejó en la puerta del Parque Arqueolóxico de Campolameiro, para empezar a descubrir cómo debía ser la vida de los habitantes de nuestra tierra en el Neolítico y en la Edad del Bronce.

Nuestro guía, Juan Anca, nos estaba esperando en la puerta y nos condujo hacia los lugares más representativos del parque. Primero visitamos la Laxe da Forneiriña, donde aparece representado un un cuadrúpedo de gran tamaño con otras figuras de ciervos más pequeños. A la figura principal le falta la cabeza, y éso supone una incógnita para los investigadores y visitantes, pues no sabemos exactamente qué quiere representar.

El segundo lugar que visitamos fue la Laxe dos Carballos, donde nos cautivó la representación de un gran córvido, que parecía tener unas lanzas clavadas en el lomo, y un lazo en el cuello. Juan Anca nos explicó que, probablemente se trataba de una representación idealizada para capturar el espíritu del gran ciervo y poder capturarlos para la manutención del grupo. Nos llamó la atención que en la misma laxe, pero en diferentes alturas, pudiéramos encontrar inscripciones del Neolítico en la parte superior, con cazoletas, cuadrados, situados como mirando al cielo, y en la parte inferior la representación animal con el gran ciervo y otras representaciones más pequeñas a su alrededor. Después nos dirigimos hacia una recreación de un poblado de la Edad del Bronce, donde pudimos experimentar lo que sentían los habitantes de la zona en las distintas cabañas, imaginándonos cómo debía ser la vida en una época tan dura como esa.

Hora de reponer fuerzas en Casa Tito, en Campolameiro. El menú consistente en croquetas, potaje de habas y como plato fuerte, corzo y jabalí guisado. Una comida que nos sirvió tanto para recomponernos, pues hacía frío al exterior, como para darnos un gustazo, pues estaba todo buenísimo. Tras los postres y el café, otra vez nos pusimos en marcha.

Nuestra siguiente parada estaba muy cerca del restaurante. La iglesia, San Miguel de Campolameiro. De esta iglesia se conserva la parte románica, del siglo XII, el testero absidial y el de la nave. En el exterior se conserva un magnífico vano con un arco polilobulado que tiene tallados cinco arquitos y que dota de una inesperada belleza a este humilde ábside de esta parroquia rural. La cabecera dispone de once canecillos con diferente tipología, geométricos, historiados, con un felino con la cabeza vuelta, cabezas de animales, e incluso un hombre portando un dolio.

En el interior, nos encontramos con el arco triunfal apuntado con doble chambrana taqueada.. La iglesia conserva una bóveda de cañón apuntado que cubre el tramo recto de la cabecera y que tiene un arco fajón que apoya en dos columnas con capiteles uno vegetal y otro representando el busto de un hombre que lleva la mano izquierda al pecho y levanta el brazo derecho. Otra representación que podría dar lugar a diversas interpretaciones.

Con la mente maquinando en estas figuras, nos trasladamos a nuestra segunda iglesia. Se trata de Santa Mariña das Fragas. Esta iglesia, del siglo XII, conserva su fachada occidental románica, con una torre campanario moderna. El tímpano, muy interesante, representa lo que bien podría ser la consagración del templo, con tres figuras, la central de mayor tamaño, con larga túnica y capa, lleva un báculo en la mano izquierda y levanta la derecha como en un gesto de bendecir. Lo rodean otras dos figuras, una portando una cruz procesional en su mano derecha y otra figura en el otro lado, que porta en su mano derecha un libro. Sin duda una representación excepcional en Galicia, donde sólo hay otras dos representaciones de este tipo en un tímpano.

Los capiteles que soportan las arquivoltas de esta entrada, son historiados, sin bien bastante erosionados. En el capitel exterior parece haber un lobo que levanta la pata izquierda para atacar un reptil colocado en el lado interior de la cesta. El capitel interior izquierdo es fitomórfico y en los de la derecha tenemos en el exterior una figura que parece una sirena boca abajo, tratando de defenderse del ataque de un cuadrúpedo y el interior vemos a un hombre acuclillado que parece sujetarse a un banco o quizás que se está levantando. Sea lo que sea, la interpretación de estos capiteles daría para varias tertulias y las más diversas interpretaciones.

Como el día estaba empezando a llegar a su fin y la luz del sol estaba decayendo, volvimos a coger el autobús para regresar a Vilagarcía con una sensación en nuestras retinas, de todas las piedras que habíamos contemplado y lo que sus autores nos querrían transmitir. Sin duda esperamos ansiosos nuestra próxima convocatoria.

María Pardo Eimil AdR 1833