Crónica del XXXIV FSR de Aguilar de Campoo
Esta ocasión, el 34º FSR, subtitulado “Placeres y pecados en tiempos del románico”, se llevó a cabo en Aguilar de Campoo, del 31 de mayo al 2 de junio de 2024, y contó con una numerosa asistencia de 80 miembros provenientes de muy diferentes provincias del país. Por lo numeroso del grupo y por la reducida capacidad de alojamiento en el Hotel Posada Santa María la Real, donde, por cierto, las habitaciones son las antiguas celdas de los monjes, un buen número de compañeros tuvieron que alojarse en diferentes hoteles y posadas de Aguilar de Campoo, lo que no significó mayor problema para el traslado hasta el punto de reunión para las salidas, dado que las distancias pudieron ser recorridas fácilmente a pie.
El viernes 31, en un acto complementario programado a las 19:45, iniciamos nuestra visita nocturna al monasterio de Santa María la Real. Nuestra anfitriona Patricia nos dio la bienvenida en los jardines y acto seguido empezó a explicar en qué consistiría la misma, cuando fue interrumpida por un personaje que apareció repentinamente presentándose como Bernardo del Carpio, y que, como parte de una estupenda escenificación protagonizada por dos de los integrantes del equipo de la Fundación de Santa María: Cristina Párbole y César del Valle, quienes, un guion elaborado por otra compañera de la Fundación (Carmen Molinos) se encargaron de hacer las explicaciones de los diferentes espacios del monasterio y la iglesia de una manera interesante, novedosa y no exenta de picardía y bueno humor.
Bernardo nos pidió que no le dijéramos nada a Ofresa (Cristina Párbole), de su presencia con nosotros, y después de un breve diálogo, desapareció dentro del monasterio. En ese momento llegó caminando, por un extremo del jardín, la propia Ofresa, quien nos entretuvo hasta llevarnos al acceso al edificio, donde César del Valle, ya en su papel de monje premonstratense, nos fue guiando por las diversas dependencias y el claustro hasta llegar al refectorio, donde hizo su aparición la monja Forra (Cristina), que continuó con las explicaciones para concluir nuevamente en la iglesia, en la que, cómodamente sentados, pudimos contemplar un vistoso y elaborado audiovisual proyectado en el ábside y por medio del cual se narró la historia del monasterio desde sus inicios hasta el presente día.
Antes de llegar a la nave de la iglesia pudimos disfrutar, en la sacristía, de varias maquetas y reproducciones de los capiteles más importantes, cuyos originales se conservan en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
Nuestra anfitriona nos despidió y nos dirigimos hacia las instalaciones del hotel en las que, debido a lo numeroso del grupo, se tuvo que servir la cena en dos salones separados, lo que no fue obstáculo para que se pudieran adquirir los productos promocionales AdR, como las tazas, camisetas y unas estupendas libretas.
Con lo anterior concluyó el acto complementario de la visita y nos separamos, en los diferentes grupos, para descansar y poder estar preparados temprano al día siguiente para desayunar en el hotel del monasterio, por turnos los que ahí estábamos hospedados, debido a la reducida capacidad del comedor.
PRIMERA RUTA: PERAZANCAS DE OJEDA, VALLESPINOSO DE AGUILAR Y ARENILLAS DE SAN PELAYO
Al día siguiente, sábado, salimos a las 9:00 h de la mañana en dos autocares para la primera ruta programada con destino a Perazancas de Ojeda y Vallespinoso de Aguilar. Nos acompañaron durante toda la mañana tanto Cristina Párbole cómo Pedro Luis Huerta, ya que debido a que el grupo era muy numeroso, fue necesario dividirlo en dos para que, turnándose tanto Cristina como Pedro Luis, se pudieran hacer las explicaciones correspondientes en los edificios que íbamos visitando. En esta ruta se nos unieron Augusto y Luisa, que no habían podido llegar el día anterior por encontrarse de viaje en otros lugares.
En Perazancas de Ojeda visitamos dos iglesias: la primera fue la de Nuestra Señora de la Asunción. En este templo tuvimos la oportunidad, aparte de la visita, de disfrutar de una muestra de instrumentos románicos elaborados por el lutier Alberto Redondo Antolín, quien no solo hizo una descripción de estos, sino que los hizo sonar para que
pudiéramos disfrutar de su espectacular sonido en ese magnífico entorno.
Una característica interesante del templo es que, debido a su crecimiento, no solo amplió sus espacios, sino que incluso modificó en noventa grados la orientación de su cabecera, quedando la original románica como una capilla lateral del templo ampliado en épocas posteriores. Sin duda, la pieza más importante es su portada meridional, con su arquivolta central ilustrada por los dieciséis personajes sedentes (con varios músicos entre ellos), de los que nuestros guías dieron una pormenorizada explicación.
La segunda iglesia visitada en Perazancas fue la ermita de San Pelayo, pequeño edificio aislado cuya característica más importante son los restos, muy deteriorados y fragmentados, que aún pueden observarse de pinturas románicas en el ábside. Nuevamente, fueron Cristina y Pedro Luis los que se encargaron, por turnos, de las detalladas explicaciones de estas y de un breve recorrido por el exterior del templo.
Por último, alrededor de las 12:30, visitamos la ermita de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar, donde nuestro luthier Alberto nos tenía otra maravillosa sorpresa, precisamente en esta ermita dedicada a la patrona de los músicos, en la que nos brindó un concierto consistente en dos partes: en la primera de ellas nos hizo una interpretación utilizando una zanfoña fabricada por él mismo, para posteriormente, y después de mostrarnos algunos instrumentos de percusión, ejecutar un par de piezas “a cappella”, acompañado por uno de ellos: las tarrañuelas o tejoletas. Las personas que quisieron adquirir algunos de los instrumentos percutivos pudieron hacerlo, puesto que Alberto llevaba una dotación adecuada para esos fines.
La ubicación de la ermita, en la cima de una peña que domina el valle, y que la hace uno de los monumentos más destacados y distinguibles del románico palentino, hizo imposible que todos los compañeros pudieran disfrutar de la vista de su ábside, por encontrarse el camino para su vista a través de un estrecho pasaje rocoso que hacía muy peligroso el acceso, aunque algunos nos arriesgamos para poder obtener una imagen de este.
Regresamos Aguilar a las 14:30 para el almuerzo, que fue servido en el restaurante Cortés de Aguilar de Campoo, y al término del cual, como es costumbre, Alicia inició con el sorteo para tres ejemplares del libro de Cristina Párbole, titulado ¿Qué hay detrás del romano románico palentino? y un ejemplar extra donado por José Manuel Barrero, titulado Cuentos con h intercalada. Por cierto, José Manuel nos acompañó, montado en su bicicleta, por varios tramos de nuestros recorridos. Una vez concluido el sorteo, y como también ya es tradición, Augusto Guedes nos hizo la lectura de uno de sus poemas, conmemorando el centenario de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
SEGUNDA RUTA: BARRIO DE SANTA MARÍA, POZANCOS Y REBOLLEDO DE LA TORRE
A las 17:00 h de la tarde reanudamos las visitas en esta ocasión con la segunda ruta, en la cual pudimos visitar la iglesia de San Julián y Santa Basilisa de Rebolledo de la Torre, la iglesia de El Salvador de Pozancos y la ermita de Santa Eulalia en el barrio de
Santa María.
La primera visita de la tarde fue la iglesia de San Julián y Santa Basilisa en Rebolledo de la Torre. En este templo, precedido por una hermosa galería porticada, se aprovechó para tomar la tradicional foto del grupo.
Un detalle de especial relevancia durante la visita a esta iglesia fue la presencia, por medio de videoconferencia a través del teléfono de Cristina, de una personalidad central en los estudios del románico en nuestro país e impulsor de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y de la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, el arquitecto, escritor y divulgador cultural José María Pérez González (Peridis), quién se disculpó por no habernos podido acompañar personalmente y nos deseó y nos brindó sus mejores deseos para la visita.
En Pozancos, visitamos la iglesia de El Salvador, con la colaboración de Eutimia. El acceso a la misma se hace por medio de una pequeña galería porticada. Sin embargo, una de las piezas más interesantes del edificio es el tímpano de una de las ventanas del presbiterio, en el que está representado el combate entre dos guerreros.
El último edificio en visitar esa tarde fue la ermita de Santa Eulalia en el barrio de Santa María, y en la que pudimos también disfrutar de algunos restos de pinturas románicas, tanto en el ábside como en alguno de los arcos y de sus hermosos capiteles.
La jornada concluyó a las 20:30 hrs dónde nos retiramos a descansar salvo los entusiastas del fútbol que de una u otra manera se congregaron en algunos establecimientos del centro para poder disfrutar del partido.
TERCERA RUTA: ZORITA DEL PÁRAMO, CALAHORRA DE BOEDO Y ARENILLAS DE SAN PELAYO
El domingo a las 9:30 h salimos nuevamente en autocar en los dos autocares seguidos de algunos vehículos de compañeros que tenían planeado una vez concluida la visitas regresar directamente a sus lugares de origen. En esta tercera ruta visitamos la iglesia de San Pelayo Mártir en Arenillas de San Pelayo, la iglesia de Nuestra Señora de las Candelas de Calahorra de Boedo y, por último, la iglesia de San Lorenzo en Zorita del Páramo.
La iglesia de San Pelayo Mártir, parte del antiguo monasterio premonstratense de Arenillas, presenta una puerta de acceso también decorada con dieciocho figuras esculpidas en una de las arquivoltas, así como capiteles historiados. A los pies del templo se localiza, de manera poco convencional, la interesante sala capitular del monasterio a la que se accede desde el interior de la iglesia. En la capilla del evangelio se conserva una hermosa pila bautismal. El resto del edificio está muy remozado, sobre todo en el exterior, el cual tampoco es fácilmente accesible, puesto que a los pies del ábside se encuentra el cementerio, completamente bardeado.
Continuamos nuestro recorrido hacia Calahorra de Boedo, donde visitamos la iglesia de Nuestra Señora de las Candelas. Sin duda, la pieza más significativa en esta iglesia es su famosa pila de una sola pieza para bautizos por inmersión, ricamente decorada. Se puede leer una descripción de esta en una hojita dispuesta de manera gratuita, en una de las bancas laterales.
Por último, concluimos la visita, un poco apresurados ya por el tiempo, a la iglesia de San Lorenzo, en Zorita del Páramo, enorme edificio ya tardo románico, con una curiosa inclinación en el eje de su planta. Interesante conclusión del recorrido, como bien hizo notar Cristina en sus explicaciones, con un edificio en el que ya se abandona la presencia del románico para iniciar un incipiente gótico.
Concluidas la visita, los autocares regresaron al monasterio de Santa María la Real, donde se dio por finalizada el FSR, no sin antes agradecer a Cristina sus estupendas explicaciones durante todos los recorridos, a todos nuestros anfitriones y, en especial,
a Alicia y a Carmen, nuestra siempre sonriente y eficiente coordinadora de Castilla León, así como a los atentísimos y serviciales chóferes de los dos autocares que nos acompañaron durante todo el recorrido.
Con la esperanza de vernos en un próximo encuentro, les enviamos un saludo muy cariñoso a todos nuestros compañeros y amigos del románico.
Texto y fotografías: José Luis Pariente.
Foto Portada: Jesús Fresán
Os dejamos como colofón a la fantástica crónica de nuestro amigo Jose Luis Pariente, las impresiones de nuestra Guía, Cristina Párbole sobre todo lo vivido en este maravilloso fin de semana. Agradecemos a los organizadores, guía, colaboradores y sobre todo, a los asistentes, la maravillosa experiencia que ha supuesto reunirnos de nuevo en torno al románico. Os animamos además a inscribiros en el próximo FSR que se celebrará en Girona.
Comunicación Amigos del Románico