Crónica de la VIII JsAR de la Coordinación de Catalunya-Andorra

Esta Jornada, la tercera relacionada con el tema de los Maestros y talleres en la escultura románica, se centró en la figura de Arnau Cadell: arquitecto, escultor y maestro de obras. En esta ocasión, las conferencias no se mantuvieron en su lugar habitual, el cercano Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya (CRBMC), sino que tuvieron lugar en la sala de conferencias del claustro románico del monasterio de Sant Cugat del Vallès. 

En calidad de anfitriona, abrió la sesión Alba Rodríguez, responsable de los museos de Sant Cugat, con una charla sobre El Monasterio de Sant Cugat del Vallès en la época de Arnau Cadell. Rodríguez expuso un resumen de la historia del lugar desde sus orígenes bajo-imperiales hasta el momento de la construcción del claustro. A remarcar su capacidad de síntesis para exponer de forma sucinta, y al mismo tiempo sustanciosa, una dilatada historia. Rodríguez se extendió hasta llegar a la época de construcción del claustro románico, que fue financiado en buena proporción por la familia de los Claramunt. Destacamos dos ideas. Por un lado, el ambiente de crecimiento y expansión del monasterio en el momento de la construcción del claustro, pero al mismo tiempo de conflicto por su creciente poder, tanto externamente por la rivalidad con el obispado de Barcelona, como internamente por la relajación de costumbres que acompaña la acumulación de riqueza. Por otro lado, la afirmación de que el potencial arqueológico del monasterio es todavía grande. Aunque las prioridades vienen marcadas por las necesidades de conservación, confiamos en que algún día se pueda seguir profundizando en la historia del monumento con nuevas excavaciones, y que éstas puedan arrojar nueva luz, con el complemento del riquísimo corpus documental que se conserva del monasterio. 

La siguiente conferencia, Arnau Cadell, un escultor gerundense en Sant Cugat del Vallès, fue impartida por Immaculada Lorés, catedrática de la Universitat de Lleida. Lorés nos recordó el proceso constructivo del monasterio, en constante evolución, consecuencia de su crecimiento económico, algo que resulta muy distante de la imagen que tenemos actual del monasterio como algo estático, asentado en un momento y para siempre. En realidad, es un gran palimpsesto. Detalló la abundante información disponible sobre Cadell, en comparación con otros artistas de la época, por si no nos bastara la bella inscripción con su autorretrato conservada en el claustro. Además de incidir en el bien documentado origen de Cadell de Girona, Lorés nos guio por los caminos que unen Toulouse, Girona, Sant Pere de Rodes y Sant Cugat, entorno a una serie de imágenes comunes pero que son utilizadas con diferente función según su ubicación en cada monumento, mostrando una vez más la gran versatilidad expositiva del arte románico. 

Tras un breve descanso, en la tercera charla, José Luis Prada, catedrático jubilado doctor en Ciencias Geológicas, nos habló sobre el Estudio de las policromías de los capiteles del claustro medieval del monasterio de Sant Cugat del Vallès, realizado a partir de un muestreo, hace 20 años, sobre la superficie de una serie de capiteles en los que se intuía policromía. Prada hizo volar nuestra imaginación, al hacernos pensar en unas arpías o sirenas pájaro tintadas de rojo claro en sus plumas y de marrón en sus rostros y cabellos, evocando una visión infernal, o los rostros de músicos teñidos con la habitual carnación a base de blanco de plomo y cinabrio natural, una mineral caro. ¡Y qué decir de los gallos de crestas naranjas y plumas de amplia paleta a base de tierras ferruginosas (rojo, naranja, amarillo, verde), o de las piñas teñidas con tierras verdes importadas y aplicadas mediante una compleja técnica! O del azul extraído de la sodalita y mezclado con cobre, a modo de sucedáneo del carísimo lapislázuli. Una riqueza de color excepcional, todo de la mano de un artesano experimentado en la selección de materiales y la pigmentación, y que trae algunos materiales y técnicas de más allá de los Pirineos. 

La última exposición nos la brindó Pere Rovira, coordinador de pintura mural, piedra i arqueología del CRBMC, un conferenciante que nunca nos falla, sobre La conservación del claustro del monasterio de Sant Cugat del Vallès. Una perspectiva histórica. Como siempre, Rovira nos dio una imagen práctica y muy entretenida de cómo minimizar o contrarrestar el impacto de los tres grandes factores que deterioran los monumentos: el ambiental, el de la naturaleza de los materiales, y el antropológico, sazonándolo con anécdotas diversas vividas a lo largo de su carrera profesional. 

La mañana continuó con una rápida visita en torno al claustro, de la mano de Rovira y Lorés, y finalizó con un vino ofrecido por el museo, interesante por tratarse de un caldo elaborado en base a una receta medieval, con canela, pimienta y miel, acompañado de unos dulces cortesía de Amigos del Románico. Toda una mañana de lujo. 

Xavier Lorenzo Figueras Socio AdR nº 227