Aprovechando el magnífico día que la comarca de la Ojeda y la montaña palentina ofrecía, una treintena de soci@s y amig@s de AdR disfrutaron el sábado 30 de abril de una Jornada organizada por la Coordinación de Castilla y León visitando los cuatros principales monasterios pertenecientes a la antigua Merindad de Aguilar de Campoo surgidos al amparo de grandes damas de la monarquía y la nobleza castellano-leonesa, con la intención de poner de manifiesto que el matronazgo y la protección femenina durante la Plena Edad Media fueron un instrumento fundamental para la construcción del Románico palentino.
Acompañados por la historiadora y experta en Románico palentino Cristina Párbole Martin, colaboradora habitual de AdR, la visita se inicia en el monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos, situado en Olmos de Ojeda, levantado hacia el siglo X bajo la advocación inicial de San Cosme y San Damián. Construido bajo la protección de un patronato familiar, será en el año 1186 cuando el rey Alfonso VIII haga entrega del cenobio a la Orden de Santiago, convirtiéndose en el monasterio de la Orden de las Comendadoras de Santiago, del que será abadesa Doña Sancha Alfonso, hija del rey Alfonso IX de León, cuyo sepulcro aún se puede admirar en el interior de la iglesia, su influencia y las numerosas donaciones recibidas convertirán a Santa Eufemia de Cozuelos en un próspero monasterio durante los siglos XII al XIV.
El siguiente punto del recorrido es el monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo, actualmente gestionado por una pequeña comunidad de monjas que han conseguido mantener el espíritu fundacional defendido por Bernardo de Claraval.
El monasterio fue fundado hacia el año 1181 por la condesa Mencía de Lara, hija de Lope Díaz de Haro, señor de Vizcaya y alférez del rey, tras enviudar del conde Don Álvaro Pérez de Lara. Mujer de notable influencia y determinación, como pone de manifiesto el hecho de convertirse en testamentaria del rey Alfonso VIII, fue abadesa del monasterio hasta su fallecimiento hacia el año 1228. Su privilegiada posición la permitió reunir a los más destacados canteros cuya técnica puede admirarse en uno de los más bellos claustros del Patrimonio Románico castellano-leonés.
La tarde comienza con la visita al monasterio de Santa María de Mave, fundado por Alfonso I de Asturias en el siglo IX, como parte del proceso de repoblación de toda la comarca recién conquistada a los árabes.
El monasterio pasará a depender del monasterio de San Salvador de Oña, hasta que la principal protectora femenina de Santa María de Mave, Sancha Jiménez, hija de Jimeno Iñiguez, Señor de los Cameros, hacia el año 1192, reinando Alfonso VIII, realiza a Oña la donación de todo su patrimonio recibiendo a cambio por parte del abad del monasterio burgalés en préstamo de por vida del monasterio de Mave.
La jornada finaliza con la visita al monasterio de Santa María La Real, en Aguilar de Campoo, cuya fundación puede situarse en torno al siglo XI bajo un patronato familiar femenino, aunque su momento de esplendor no se iniciará hasta el año 1169 tras la entrega del monasterio por el rey Alfonso VIII a la Orden Premostratense. Tras conocer al abad Opila y a su hermano Alpidio, la leyenda de Bernardo del Carpio y su derrota al caballero Roldán en la batalla de Roncesvalles, visitamos el sepulcro de Sancha, mujer de Lope Díaz de Fitero, Merino mayor de Castilla. Siguiendo los pasos de Cristina Párbole por el claustro del monasterio, llegamos hasta la cocina y el refectorio, actualmente destinado a la celebración de actividades y conferencias de la Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico, concluyendo nuestro recorrido en la iglesia monacal para conocer a Inés Rodríguez de Villalobos, perteneciente a la nobleza de la comarca y cuyo magnifico sarcófago estuvo protegido en su día bajo las bóvedas del monasterio y que hoy se puede admirar en el Museo Arqueológico Nacional.