En pleno otoño, como si fuéramos peregrinos en el siglo XI, nos adentramos en tierras riojanas a través del Camino de Santiago trazado por el propio Santo, actual carretera Nacional 120, para acudir a la convocatoria de un nuevo Fin de Semana Románico organizado por AdR en Santo Domingo de la Calzada.

Y qué mejor manera de iniciar la tarde del viernes que de la mano de Pedro Miguel, nuestro guía local, perfecto conocedor de la historia y peculiaridades de la ciudad, y que nos permitió situarnos a través de una visión histórica del origen de la villa, visitando el exterior de la catedral y la sede de la Cofradía del Santo.  Nuestro guía nos va a ir mostrando a través del recorrido exterior del perímetro de la catedral las distintas transformaciones que va a ir sufriendo el edificio a través de los siglos, siendo fortaleza durante los siglos XIII, XIV y XV, como queda de manifiesto en el muro situado encima de la portada occidental de templo,  a modo de paso de ronda, así como los “ensanchamientos” de los muros exteriores como consecuencia de la construcción por parte de las familias nobles de la Villa de sus propias capillas en el interior del templo.


En la mañana del sábado, y tras la presentación del monográfico por Alicia Padin, Presidenta de AdR, nuestra primera jornada calceatense se inicia con la exposición del profesor Eduardo Azofra (Universidad de Salamanca) acerca de “Los elementos estructurantes del desarrollo urbano de Santo Domingo de la Calzada en los tiempos medievales”, centrando toda la atención en el Camino de Santiago como eje principal en el desarrollo urbanístico de la ciudad, al que conferirá un “carácter lineal”. Además del Camino los elementos estructurantes que irán dando forma a la ciudad de Santo Domingo de la Calzada serán su muralla del siglo XIV, los espacios abiertos intramuros (las plazas del Mercado, de la Alameda o la Plaza del Santo), los barrios que van surgiendo en la Villa (Puebla, San Francisco, San Roque y Margubete) y el último elemento sería la carretera nacional que aparece en el siglo XIX.

A Santo Domingo-Domingo García se le deberá la construcción de una calzada y un puente sobre el río Oja a fin de facilitar el acceso de los peregrinos a la ciudad, así como un Templo consagrado en el año 1106, que se convertirá en Catedral en el año 1232, y un Hospital de peregrinos atendido por la Cofradía del Santo. En torno a ambas construcciones se irá aglutinando un pequeño grupo de población procedente de las zonas rurales denominado “Burgo”, dando origen a la aparición en el año 1125 a ambos lados del Camino del denominado “Barrio Viejo”. Posteriormente, hacia el año 1200 aparecerá el “Barrio Nuevo”, produciéndose la unificación de  ambos barrios en torno a la Catedral.

En el siglo XIV el Burgo abierto se convertirá en una ciudad amurallada, por ser Santo Domingo de la Calzada un punto estratégico entre Aragón, Navarra y La Rioja. Como consecuencia la Catedral adquirirá el aspecto de una iglesia-fortaleza, construyéndose un cubo defensivo destinado a defender una de sus entradas principales. La ciudad irá evolucionando en el siglo XV, apareciendo una nueva estructura urbana que adquiere la condición de Villa, con unos 2000 habitantes. En definitiva, será el Camino de Santiago el causante de la morfología urbana de la Villa de Santo Domingo de la Calzada, se convertirá en su calle Mayor,  construyéndose a ambos lados de la misma los principales  edificios históricos de la ciudad.

A continuación Lucía Rodríguez Navarro (Universidad Autónoma de Madrid) nos propone el “Origen y desarrollo de un proyecto de monumentalidad simbólica”, situando en el año 1158 el proyecto original de construcción de la Catedral a cargo del Maestro Garsion, de origen francés, año al que hacen referencia los Anales Compostelanos al referirse a Don Rodrigo, obispo de Calahorra, como promotor del Templo que albergaría el sepulcro del Santo.

Se plantea un templo de tres naves y cuatro tramos, una gran cabecera con girola de siete tramos, abriéndose en tres de ellos capillas absidiales (Santiago, Bartolomé y San Pedro), tribuna que discurriría por encima de la girola, transepto acusado y un espacio dedicado al sepulcro de Santo Domingo.


Buscando la seguridad en la estructura del edificio el Maestro Garsion empleará en el sistema de abovedamiento las innovaciones del Primer Gótico,  el Templo irá transformándose para convertirse durante los siglos XIII, XIV y XV en una iglesia-fortaleza hasta llegar al siglo XVI, en el que se llevará a cabo la ampliación del transepto con el fin de agrandar la capilla del Santo.

El Profesor Gerardo Boto Varela (Universidad de Girona-TEMPLA) con su conferencia sobre“El decoro visual de la cabecera calceatense: pautas y ritmos para circuitos y relatos iconográficos” nos presenta el ornamento como un instrumento de mediación entre el creador y el espectador (“La ornamentación es delito” ADOLF LOOS).

En su planteamiento aparece un nuevo concepto: HIEROTOPÍA, que considera a los creadores de los espacios sagrados autores coordinados que pretenden lograr una visión única. Pero el “decoro visual” debe de entenderse como un sistema integrado, todos los elementos decorativos forman parte de un todo integrado en un espacio religioso que les hace imprescindibles.

El profesor Boto nos habla de la “mirada telescópica” del dinámico espectador en el deambulatorio, y plantea un “principio quiasmático” de la organización de la información, dada la simetría existente en la distribución temática de la iconografía en la Catedral, principalmente en la cabecera, siguiendo el esquema ABBA, trasladando así a la arquitectura un principio retórico de la literatura medieval: el quiasmo.

La profesora Esther Lozano López ( ENTI-UB/ UNED/TEMPLA), pronunció una conferencia que llevaba por título “Descubrir y desgranar las inagotables esculturas calceatenses; singularidades, reflejos y ausencias, en la que comenzó situando espacio-temporalmente el propósito del estudio, de forma que nos situamos en Santo Domingo de la Calzada, que se encontraba dentro de la provincia eclesiástica tarraconense, en la que en el S.XII, su Catedral,  va tomando forma con una creatividad sin paralelos, con incorporaciones y cambios significativos ante las representaciones de la imagen divina y poniendo de manifiesto el interés por la Trinidad. Estas novedades se reflejan en los manuscritos y en la escultura. El Románico hispano, que es diverso, complejo y atractivo, nos permite ser testigos de la obra de personajes de gran intelectualidad e importancia en aquella época, gracias a los cuales se desarrollan grandes fábricas monumentales.


Los protagonistas del desarrollo escultórico calceatense, serán todos aquellos que estén próximos a la vida eclesiástica del momento, tendrá relevancia fundamental la figura del obispo Rodrigo de Cascante, que en su largo episcopado de  44 años, obispo cortesano, interviene en la fundación de Treviño, debiendo de afrontar numerosos problemas con la ciudad de Nájera por las rivalidades debidas a la intromisión de sus habitantes en relación con la Catedral. Intervendrán también los Abades (Abad Lope, Pedro de Baños, Abad Diego), así como los mayordomos operarios (Domingo de Cidamón, Guillermo de Tirón, Fernando de Morales).

En cuanto a los artistas, hay que hablar de las huellas que se hacen patentes por la influencia de otros lugares: Sarcófago de Blanca de Castilla, Sangüesa, Uncastillo, así como muestras que se dejan ver en La Calzada con similitudes San Andrés de Soto de Bureba.

No hay que dejar pasar por alto en la biografía de la obra escultórica de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada el retablo del S.XVIII, de Damian Forment, que presidía el altar mayor y que cubrió durante un gran periodo de tiempo parte de las huellas medievales, y que al ser desmontado dejar ver el ábside románico.

Al desgranar la composición visual, tomarán los ejes centrales, las muestras de la Segunda Venida, la Trinidad, la Virgen, San Pedro y el Ciclo de la Salvación, mostrando su desarrollo artístico en los capiteles, que se centran en la Asunción, la Anunciación, la Parábola de las Vírgenes, Cristo en Majestad, Job, ángeles, seres fantásticos, la leprosería de Lázaro...

Las peculiaridades que muestra la iconografía calceatense, se centran en su temática. La Representación de la Trinidad, existiendo solamente cinco en toda Europa. La Coronación de la Virgen, también con escasas representaciones (Silos, Tudela, Soria, Santiago y La Calzada). Y como elemento central  el Árbol de Jesé, elemento principal de las representaciones escultóricas en Santo Domingo.

La profesora Esther Lozano sorprende con una propuesta iconográfica al correlacionar las imágenes representadas en la primera pilastra del ábside con las que aparecen en la tercera pilastra, a modo de “zig-zag”, y que nos desgranará in situ en la visita de la tarde a la catedral.

Tras una mañana intensa en la que, dada la extensión de las ponencias apenas hubo tiempo para un descanso, todos los asistentes, incluidos los conferenciantes, nos trasladamos a comer al Parador Nacional, momento que nos permitió un intercambio de opiniones  con otros socios y con los ponentes, y que para algunos compañeros de mesa fue especialmente productivo al ser agraciados en el sorteo organizado por nuestra Presidenta con un ejemplar del libro sobre la Catedral calceatense cuyos autores son los profesores Isidro Bango y Francesca Español, ponente en la jornada del domingo.

La tarde se inicia situándonos en la nave central frente a la cabecera de la Catedral, y acompañados por el profesor Gerardo Boto y por Esther Lozano iniciamos un recorrido “temático” a través de la girola del templo calceatense, prestando especial atención a la decoración de la 1ª y 3ª pilastra, ya desgranada por Esther Lozano en su ponencia de la mañana, estableciendo una lectura en “zig-zag” de los personajes: La primera columna, se inicia con la figura de Jesé, y está coronada por la Trinidad Paternitas;  la tercera columna arranca con la figura del Rey David músico, rematándose con la representación de San Miguel.  El resto de personajes en ambas pilastras seguirán manteniendo esta correlación temática: personaje saliendo de elementos vegetales, cabezas vegetales, personajes nimbados como el profeta Isaías, o San Gabriel, y Paloma descendiendo sobre la Virgen.

La jornada del domingo se inaugura con la profesora Minerva Sáenz Rodríguez  (Universidad de La Rioja), en su ponencia sobre “La imagen de la mujer en la escultura monumental románica de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada” pone de manifiesto el concepto mediatizado de la figura femenina en esta etapa, desde la perspectiva cristiana, explicando la imagen de la mujer en la Catedral  calceatense en  sus distintas vertientes: fantástica, escatológica, profana y religiosa.

Destacan en la seo de Santo Domingo, la fantástica y religiosa, no presentando las demás apenas manifestaciones. En la vertiente fantástica se encuentran arpías y sirenas en la parte interior de la girola, fundamentalmente, no quedando exento el exterior de estas representaciones, igualmente con las mismas figuras, además de mantícoras, que muestran una connotación negativa.

Tanto arpías como sirenas, son seres con la parte superior de doncella y la otra mitad, bien pájaro o pez; su carácter es maléfico, encontrando muchas de sus significaciones en la mitología.

La mujer en su vertiente religiosa, tiene una posición mucho más desarrollada, se muestra con la imagen de Job y su mujer, como única figura femenina en el Antiguo Testamento, que aparece en el segundo pilar exento de la girola en el lado de la epístola. La representación de la imagen de Job en el románico es bastante insólita, ya que son muy escasas sus manifestaciones, es en este escenario que aparece junto a su esposa, en un capitel alargado, a modo de imposta y con la longitud de seis fustes. Conformado por varias figuras humanas: Dios Padre, el diablo, tres ángeles, Job y su mujer, vestida esta última según la moda de la época medieval.

Se encuentran también de representaciones de la mujer en instantáneas del Nuevo Testamento (La figura de la Virgen María en la Anunciación, la Natividad, en la infancia de Jesucristo...). Destaca un llamativo capitel que representa las Vírgenes prudentes y las necias ubicado en el tercer pilar exento de la girola, las prudentes se reservaban para el  varón que las llevase al altar, discretas, con el aceite de sus lámparas apagadas, por el contrario las necias se mostraban con las lámparas encendidas. Muestra este capitel una calidad iconográfica de importante potencial.

La segunda ponencia de la mañana a cargo de la profesora Francesca Español Beltrán (Universidad de Barcelona), tratando como temática “El Santo y sus sepulcros”, situó cronológicamente la evolución del camino de las reliquias del Santo, así como los diferentes momentos por los que ha pasado su sepulcro.

En la catedral de Santo Domingo de la Calzada, a la puerta de la entrada meridional, se encuentra un gran sepulcro cobijado por un baldaquino, siendo su procedencia, una restauración urgente realizada en 1513, con la idea de efectuar una sustitución del anterior debido al hundimiento de las bóvedas, se trata de un sepulcro, facticio, elaborado artificialmente a partir de elementos verdaderos, la figura del cuerpo del Santo era de alabastro y el que le sustituye en la reparación es de piedra.

En 1109, fallece el Santo, su santidad se otorga de forma espontánea, en 1120, se crea la cofradía, en 1136, se empieza a predicar la vida del Santo, en 1140, se elabora una guía para el peregrino, 1158 es el año de inicio de la construcción de la iglesia, y será en 1191, cuando el primer sepulcro quede acabado.

La hipótesis de la profesora Español sobre la ubicación del sepulcro entre 1109 y 1132 pasa por la idea de que Domingo García, construyó un sepulcro previo a su muerte, se trataría de un monumento anicónico, y en torno a 1123, se produciría el recubrimiento ornamental. Debido a la continuidad en la época medieval de la prácticas devotas pre-cristianas, y la idea de que el milagro se produciría por contacto o proximidad, se construyen sepulcros sobre columnas de forma que los fieles puedan dar “vueltas” alrededor del mismo (“incubatio”), costumbre que en este caso se mantiene en la actualidad. Las “vueltas”, como prácticas rituales, en la epoca medieval, hacen que exista una correlación entre la ubicación y la tipología constructiva del sepulcro y su funcionalidad.

Dado que el S.XIV, dio un impulso a la veneración de las reliquias del Santo se proyecta la construcción de uno más suntuoso, que será ejecutado bajo la influencia del obispo de la época Don Diego López de Zúñiga, en torno al año  1440. Casualmente en la misma época se produce el desplome del existente, lo que hace que en la acuciante reparación se aproveche la efigie yacente presente en el S.XIII, permaneciendo así hasta la actualidad. Se trata de un sepulcro en el centro del presbiterio con deambulatorio a semejanza de Saint Menoux de Auvernia.

El punto final al fin de semana, le puso la visita al sepulcro y la cripta que alberga las reliquias del Santo, esta última recientemente ha sido ornamentada con mosaicos del esloveno Marko Rupnik, autor también de las puertas que se han colocado en la fachada meridional de la catedral . Fue la profesora Francesca Español, quién allí mismo completó su explicación, en torno al sepulcro, mostrando las diferentes etapas constructivas, desde los restos del iniciales del S.XII al último del S.XV.

Finalmente, y gracias a las explicaciones de los profesores se pudo observar con detalle el exterior de  la cabecera románica, formada por una ábside semicircular procedente del diseño del maestro Garçion, que estaba formado por tres ábsides que albergaban capillas con las advocaciones de San Pedro, Santiago y San Bartolomé. Sólo se ha mantenido el ábside central, en el que destacan  dos robustos contrafuertes, entre los cuales se construyeron tres ventanales dobles, decorados con capiteles, que pese a su deterioro, nos dan idea de escenas bíblicas como, la Huida a Egipto, el Sueño de San José o la liberación de San Pedro. Otros como la escena de San Martín partiendo su capa con el peregrino, incluso una media cara, muy particular, con un peinado muy trabajado, completan la iconografía de esta parte exterior.

La cornisa es soportada por una estructura con canecillos que representan figuras humanas, fantásticas y motivos vegetales, siendo llamativo uno de ellos que representa un perro con una piedra en la boca. Toda esta representación exterior, hace que se muestre un interesante repertorio iconográfico que dé cuenta de las primeras etapas de la creación del templo.

Como cierre a un fin de semana intenso en el que hemos podido rencontrarnos con otros socios de AdR e incorporar a “nuestra agenda” algunos nombres nuevos, en el que hemos disfrutado con las propuestas temáticas de los ponentes,  la foto de rigor de todos los asistentes en el exterior del ábside, a la que recurriremos para recordar los buenos momentos vividos en la Villa en la que un tal Domingo García, ”el Santo que no pudo ser monje”, allá por el siglo XII, decidió iniciar su vida de entrega y dedicación al prójimo.

Carmen Pérez Molpeceres

Ángeles Infante Hoyos