En Potes, capital de la Liébana cántabra, en donde nacen las montañas, nos dimos cita cerca de 80 AdR, procedentes de todos los puntos de la geografía española, para celebrar el primer fin de semana románico, organizado por el nuevo equipo surgido de Junta Directiva elegida en la Asamblea Extraordinaria de Zaragoza.

En ese apacible y bello marco lebaniego y en el acogedor Hotel Infantado, nos fuimos concentrando el viernes 5 para celebrar la cena de encuentro, en la cual nuestro Presidente, José Luis Beltrán nos dio la más fraternal y cariñosa bienvenida, recordándonos que este FdSR era como el eslabón de unión de los 10 primeros años de vida de nuestra Asociación con los 10 próximos que han de conformar la 2ª década de existencia, que todos deseamos tan fructifica como la anterior.

A continuación nuestra Vicepresidenta, Lola Valderrama, nos pormenorizó el plan de visitas y horarios de las dos jornadas programadas, que comentamos después, pero del que debemos resaltar, por lo inusual y excepcional de la visita, la relacionada con el Centro de Estudios Lebaniegos, en la Torre del Infantado, conseguida por los “buenos oficios” de nuestro Presidente y la comisión organizadora de estas jornadas.

Finalmente, antes de la cena, tomo la palabra nuestro querido AdR, Fernando García Gil, que al día siguiente seria la “magistral vocce ” que explicaría Santa María de Piasca, cuyos ocultos y más ínfimos detalles conoce al dedillo, como si hubiera sido él su constructor. Como no podía ser de otra manera, su proverbial generosidad se materializó una vez más en esta cena, obsequiándonos a todos los comensales con un opúsculo de la Institución Tello Téllez de Meneses, titulado “La Piedra Viajera y la Opa de los Mostenses” que recoge el discurso del académico D. José María Pérez González (Peridis) con motivo de la apertura del Curso Académico 2009-2010, en el que, entre otras interesantísimas cuestiones, trata de sus pesquisas sobre determinadas similitudes de la portada de Piasca y la de la basilica de San Vicente de Ávila.

Tras este “entrante verbal”, se dio entrada a otro más “material”, es decir, la cena en los salones de dicho Hotel, donde se pernoctaría esa noche y la siguiente. Es obligado subrayar aquí la gran amabilidad y la atención mostrada en todo momento por todo el personal del Hotel Infantado y de manera muy especial a su Directora/Propietaria doña Fina.

Sábado 6 de Junio

Tras el desayuno, todos a Santa María de Piasca, situada a unos 9 Km de Potes, construida en el XII sobre un monasterio dúplice que se remonta al X, donde nuestro docto “tío gilito” --como a él le gusta designarse por email, (lo de docto es mío, que yo merecidamente le asigno por sus vastos conocimientos --no bastos-- sobre este y otros muchos temas del románico)--, dio comienzo a sus eruditas y sabias explicaciones a los dos grupos en que hubo que dividir a los numerosos asistentes. Así, sin pausas, sin descanso y sin desfallecimiento alguno, estuvo hasta las 12 horas, en que dimos por finalizada esta visita, que constituye el mejor ejemplo de arquitectura románica lebaniega.

Es obligado señalar que no quedó ninguna figura de las arquivoltas de las dos portadas ni capiteles del interior del templo, huérfanas de explicación por parte de Fernando. Desde aquí, gracias por tu entrega, dedicación, sapiencia y amor al Románico, de parte de todos los ”románicos” que tuvimos la suerte de escucharte en esta jornada.

Tras esta visita, nos dirigimos al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, a 2 km de la villa de Potes, donde en su día, allá por la VIIIª centuria de nuestra era, Beato de Liébana redactase sus Comentarios al Apocalipsis de San Juan.

Este monasterio, es uno de los más antiguos de la geografía nacional. El primitivo fue fundado en el año 509, con el nombre de San Martin de Turieno, por Toribio el Monje, nacido en la localidad de Turieno, del municipio de Camaleño, próximo a este lugar. Con el tiempo (siglo XII) este monasterio tomó la denominación actual de Santo Toribio de Liébana. Existe gran confusión entre Toribio el Monje, fundador del monasterio y Santo Toribio de Astorga, que fue quien trajo la Reliquia de la Cruz desde Tierra Santa a España. Solo sus restos y las santas reliquias que había traído desde Tierra Santa fueron trasladadas en el siglo VIII al monasterio de San Martin. Como antes se ha dicho, el monasterio de San Martin paso a denominarse, a partir del XII, como Santo Toribio de Liébana.

Durante la visita al monasterio, tuvimos ocasión de que Don Juan Manuel Núñez, Superior de la Congregación Franciscana, que custodia y habita dicho monasterio, nos diera pormenores sobre cómo llegó a dicho lugar el “Lignum Crucis”, que es la parte más grande, existente en el mundo, del travesaño de la Cruz en que fue clavado Jesucristo.

Este Monasterio es, desde 1512, uno de los 5 lugares en el mundo en que se puede ganar el jubileo (jubileo lebaniego) que corresponde con los años en que la festividad de Santo Toribio –16 de abril—coincide en domingo. Recordad que los otros cuatro lugares son: Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz.

Tras la visita a la iglesia y claustro, donde se exponían un conjunto de paneles explicativos de la historia de este monasterio, nos dirigimos al Restaurante Wences del Hotel Valdecoro, situado en el mismo Potes, donde degustamos un típico y sabrosísimo “cocido lebaniego”.

Como es habitual en las FSdR, (hay que aprovechar la jornada) nada más terminar de comer, todos a Santa María de Lebeña, también situado a unos 8 Km aproximadamente de Potes.

Esta iglesia, de estilo mozárabe, es el principal monumento prerrománico de Cantabria. Fundado en el siglo X por los condes de Liébana, Don Alfonso (cántabro) y doña Justa (sevillana), conjuga de forma armónica influencias islámicas y visigodas, destacando los arcos de herradura y los capiteles de tradición corintia en el interior y en los modillones lobulados que soportan el alero del templo en el exterior.

Las explicaciones corrieron a cargo de la guía de dicho templo, Doña María Luisa García Vejo, que lo es desde hace más de 40 años, fecha en la que yo la conocí y desde la que viene repitiendo con fino humor y también con gran sentimiento, la historia del tejo (árbol típicamente cántabro, símbolo de la vida y de la muerte) y el olivo (árbol típico andaluz, símbolo de la paz) que el esposo regaló a la esposa para paliar la nostalgia de su tierra. Hoy el olivo se ha secado, pero María Luisa nos cuenta, emocionadamente, que ella está convencida que sus raíces se entrelazan por el subsuelo, perpetuándose así de forma permanente, la unión y el gran amor que se tuvieron los esposos. 

Os aseguro que las palabras de María Luisa y la forma pausada y misteriosa de contarlo, os pueden provocar un “pellizquito de emoción”. Después también nos hizo reír, narrando/recordando otras anécdotas que ya en su larga vida de “guía” le había sucedido en este lugar (recordar la anécdota de “se quedaron todos a oscuras” y “se quedaron todos los curas”)

Tras lo anterior, la GRAN CITA EXCEPCIONAL que, por si sola, se debe dar por buena esta jornada. Es decir, la visita guiada a los beatos, la mayor colección de facsímiles “cuasi original” de beatos existentes en el mundo. En total 28 que se custodian en la Torre del Infantado de Potes.

En dicho edifico tiene su sede el Centro de Estudios Lebaniegos y Beatos, donde su Directora Dª Pilar Gómez Baamonde, nos mostró su gran pasión y sus grandes conocimiento sobre dichos libros, dedicando toda la tarde a explicarnos, uno a uno, todos los paneles de la exposición “El cosmos de Beato de Liébana” y restantes expositores de las 6 plantas del edificio, cuyos comentarios nos hicieron vez el aporte de sensibilidad y sagacidad de dicha doctora, en el entendimiento iconográfico y mensaje simbólico de dichos miniados.

Si esto fuera poco, después nos permitió hojear y tocar (con los correspondientes guantes) ojeándolos con la mayor atención, los beatos existentes. Por todo ello, dado lo inusual de esta licencia, le damos las gracias a Dª Pilar Gómez Baamonde, que también nos permitió utilizar las plumas y las tintas en el taller de miniado en el que casi todos, hicimos nuestros pinitos y tentativas (ver fotos). No queremos silenciar aquí la sutil y fructífera gestión que, sin duda, sobre la concreción de esta visita, le corresponda a nuestro querido Presidente, D. José Luis Beltrán, alumno aventajado y gran aficionado al tema de los Beatos, y gran amigo de la Directora del Centro Lebaniego.

Al término de la visita, que nadie quería dar por finalizada, tuvimos tiempo libre para conocer la agradable villa de Potes y disfrutar en sus medievales calles del casco viejo, de sus tascas y lugares de restauración, en sus dos consabidas especies (vino y tapas), nos alivió del cansancio acumulado de la jornada.

 

Domingo 7 de Junio

 

La mañana de este día, estuvo dedicada al románico del Pisuerga, de la Braña y Pernía, todo al Norte de la provincia de Palencia, en la zona de influencia de Aguilar de Campoo. Con una día esplendido y con una luz que parecía alumbrar especialmente Los Picos de Europa y el resto del paisaje que se vislumbrado desde la carretera, podemos calificar de delicioso el trayecto desde Potes hasta el primer pueblo del norte de la provincia de Palencia visitados (San Salvador de Cantamuda).

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Todas las visitas de la mañana se realizaron de la mano y bajo los magistrales dictados, guía y explicaciones de D. Pedro Luis Huerta, Doctor en Historia, Director de los Cursos de la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo, gran conocedor de las iglesias, del entorno y de la historia de los lugares a visitar y que tuvo la amabilidad de transmitirnos sus conocimientos sobre esta zona.

Empezamos por la iglesia de San Salvador de Cantamuda, fundada en torno al 1123. Su planta es en forma de cruz latina, de una sola nave, crucero y tres ábsides semicirculares. Posee una enorme espadaña, que de alguna forma caracteriza a este templo. El conjunto presenta un interesante muestrario de esculturas románicas en canecillos, capiteles y ventanas, que nos fueron comentadas, de forma amplia por nuestro experto guía D. Pedro Luis Huerta. De allí pasamos a la Iglesia de San Martin Obispo, en Matalbaniega, pequeño núcleo bastante próximo a Aguilar de Campoo.

Esta parroquia domina el pueblo desde una loma. Posee un notable conjunto de capiteles y estilizados canecillos, con representaciones de animales, seres fantásticos así como otras figuras o personajes con forma de músicos o en actitudes aparentemente eróticas. A continuación, próximo al Embalse de Aguilar, como la iglesia anterior, visitamos la Iglesia de San Andrés en Cabria, del siglo XIII, de la que nos sorprende su portada, formada por una sucesión de arquivoltas ligeramente apuntadas, con motivos geométricos y vegetales, escenas del Génesis y seres fantásticos, con una inscripción del año 1222.


Su interior mostraba una pila bautismal claramente románica. Por último, visitamos la iglesia de San Andrés de Gama, que ha sido recientemente restaurada.

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Esta iglesia está rodeada de un murete de piedra, al que se abre un fantástico ejemplar de arte románico, que aunque de reducido tamaño, presente un rico programa escultórico en los capiteles de ventanas, del arco triunfal y canecillos de su cabecera. Todos los edificios religiosos visitados nos resultaron más resaltables tras las pormenorizadas y fundamentadas explicaciones de nuestro guía Sr. Huerta, a quien desde aquí le manifestamos nuestro agradecimiento por la dedicación y entrega prestada a lo largo de la jornada.

Tras este dilatado periplo, se procedió a la ya necesitada restauración en la Posada de Santa María La Real de Aguilar de Campo. Después de una excelente comida regado con buen vino, se procedió a la parte menos deseadas de los FSR, es decir a las despedidas y la finalización de dichas jornadas, con el deseo de que las próximas sean igual de felices y agradables como esta.

Así lo vivió y así lo cuenta este cronista, servidor de Vds.

JOSE ALEJANDRO MUÑOZ ROBLEÑO