Después de tres años sin poder celebrar la asamblea de manera presencial, el pasado sábado 25 de marzo la Asociación Amigos del Románico celebró en Palencia la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria a la que acudieron cerca de noventa soci@s. El fin de semana se completó con un sugestivo programa de actividades adicionales enfocadas a conocer, visitar y disfrutar el arte medieval del entorno de la capital provincial.
El viernes 24 de marzo por la tarde se realizó la visita al Museo Arqueológico de Palencia en el que se hizo un recorrido por el mundo medieval a través de interesantes piezas como por ejemplo algunos canecillos y capiteles románicos procedentes de la iglesia de San Martín de Frómista, o los sarcófagos góticos originarios de la Abadía de Benevívere y Santa María de la Vega. Luego los asistentes disfrutaron de una cena de encuentro en el Sercotel Rey Sancho.
El sábado 25 de marzo amaneció un día excelente para visitar patrimonio en buena compañía. De la mano del Dr. En Historia del arte Rubén Fernández Mateos (Guía oficial de la Catedral) se visitó la Catedral Basílica de San Antolín. La visita se inició por el Museo Catedralicio en el que, entre otras piezas, se custodia la portada románica de la ermita de San Esteban de Quintanatello de Ojeda. Portada que exhibe un interesante canecillo decorado con un porteador de barril y un capitel cuyas bailarinas recordaban las de Moarves de Ojeda. Seguidamente se continuó con la visita por el interior del templo, en el que aún pervive una columna del primitivo edificio románico decorada con pinturas góticas. Tras pasear por las naves, ver la sillería del coro y algunas de las capillas más relevantes, la visita al conjunto catedralicio finalizó con la bajada a la cripta de San Antolín. Después, se visitó la ermita de San Juan Bautista en la que está instalado el “Punto Románico”. El edificio es originario de Villanueva del Río, aunque actualmente se encuentra situado en el parque de la Huerta del Guadián. En ella se pudieron ver los ecos característicos del románico del norte de la provincia de Palencia y sur de Cantabria con detalles que recordaban a iglesias como la de Santa María de Piasca, la del Monasterio de San Andrés de Arroyo, la de Vallespinoso de Aguilar, la de Barrio de Santa María o la de Cabria. Después de una mañana llena de patrimonio, románico y agradables explicaciones y conversaciones, los soci@s y amig@s disfrutaron de una excelente comida en el Sercotel Rey Sancho.
El domingo 26 de marzo el sol volvió a relucir acompañado por el viento para que l@s amig@s disfrutaran de una buena mañana visitando románico. La encargada de ilustrar las visitas fue Cristina Párbole, historiadora medieval y habitual colaboradora de AdR, quién con su característica simpatía, cercanía y predisposición explicó la historia y el arte de los edificios. Se comenzó con la visita al Monasterio de Santa Cruz de la Zarza situado en la localidad de Ribas de Campos. Un edificio que pasó de monasterio a corral de vacas, y de corral de vacas a recurso patrimonial. Se puso el foco de atención en su magnífica Sala Capitular plagada de capiteles figurados entre los que destacan el decorado con una pareja de caballeros batidos en duelo, el decorado con cuatro grifos, o el decorado con unas “amables” arpías. Después de hacer la foto de grupo, se partió en dirección a Manquillos para la visitar la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Construida a caballo entre los siglos XII y XIII. Destaca su ábside principal en el que se alberga una interesante ventana románica cuyos capiteles están decorados el izquierdo con un motivo de entrelazos, y el derecho con la característica sirena bífida del lenguaje de la escultura románica.
Tras la visita a Manquillos, se salió dirección Amusco para visitar la iglesia parroquial de San Pedro y la ermita de Nuestra Señora de las Fuentes. En la exuberante iglesia de San Pedro, se puso el foco de atención en la portada sur con unos interesantes capiteles y arquivoltas, entre las que sobresalía la figura de una sirena estirándose de los cabellos. La mañana finalizó con la visita a la ermita de Nuestra Señora de las Fuentes, una imponente construcción de traza románica de tres naves, la central cubierta con bóveda de crucería sexpartita, sustentadas por robustas columnas fasciculadas. En ella se explicó el cambio y convivencia producido entre los siglos XII y XIII en los lenguajes arquitectónicos, pasando paulatinamente del románico al gótico.