…Y se fue otro FSR con la sensación de que va a ser imposible superarlo...
Crónica de Lola Valderrama, AdR Nº. 00296.
Nos lo sabíamos todo.
El viaje estaba tan bien preparado que no había lugar a las dudas de organización o de los objetivos a cumplir. Así y todo el día 27 a la tarde, en el hall del Hotel, estaban los padres de la organización que, con un entrañable abrazo de bienvenida, nos entregaban en mano un CD y lo último que habían recopilado para facilitarnos, aún más, el IV FSR Románico en Galicia.
Antes que nada debería decir, parafraseando a Lope, aquello de:
“Una crónica me manda hacer el Ortega
En mi vida me he visto en tanto agobio,
De 4 días de viaje de ¡arte y jolgorio!
Empeñado que relate desde alfa hasta el omega. “
Porque de verdad que no me he visto en otra igual en la vida, pero ahí va:
El día 28 nos recibió con unas nubes que hacían presagiar lo peor, pero no fue así, los claros ganaron un reñida batalla a los oscuros, lo cual ayudó a poder rodear los ábsides de los templos y dedicarles el tiempo (por cierto, los cronológicos, perfectamente calculados) que necesitábamos sin intimidaciones o amenazas. Salimos del Hotel Katiuska dispuestos a morir de gozo entre piedras y explicaciones.
Aquí tengo que hablar ya de los explicadores, no lo voy a dejar para más tarde ¿por donde empiezo? ¡AUGUSTO! Augusto Guedes de Castro, y su gran humanidad, en todo el sentido de la palabra: “H u m a n i d a d“ es insuficiente para albergar tanto saber y conocimiento; su generosidad y su paciencia al explicar y transmitirnos su pasión por las piedras que nos rodeaban puso un listón difícil, muy difícil de superar.
JUAN ANTONIO OLAÑETA: el pertenecer a un grupo como el que pertenecemos… es lo que tiene: Que uno se encuentra en sus filas personajes tan completos como él. No es que sepa un montón “…y la yema del otro“ de románico, es que encima es ameno, sencillo, gran conversador, y sabe contar chistes. LUIS DAVID GAGO, ¡Otro! Su sencillez hizo que callara más de lo que debía; menos mal que luego se fue soltando la melena…
Pero sigamos, no voy a hacer un relato de lo que vimos o de los edificios que visitamos, para eso están los libros, tan solo enumeraré los sitios como referencia de por donde pasamos. A medida que íbamos viendo Acibeiro, San Pedro de Dozón… el ambiente, que ya era bueno va aumentando en bromillas cruzadas de unos a otros. Se instala entre nosotros una camaradería y una cordialidad que era francamente sorprendente, teniendo en cuenta que muchos de nosotros no nos conocíamos ni de vista. En Oseira, por una serie de malentendidos y nervios de los “locales” surgió un conato de fricción provocado por los del lugar, pero como no llegó la sangre al río y no hizo falta ni poner “tiritas” a nadie, seguimos con nuestro camino en las mismas condiciones.
Ese día comimos en hotel.
Por la tarde nos esperaba, después de visitar Breixa, lo que luego se convirtió, para muchos, en el “buque insignia” de las jornadas… -¡Hasta que llegamos a Santiago, claro!-: CARBOEIRO, de quien Alvaro Cunqueiro dice ”que en su aire limpio hay escuela de pájaros cantores”. Aquí, Augusto, nos explicó con una mezcla de regocijo y dolor que semejante joya había estado apuntito de desaparecer totalmente, bien entre las malezas (muy bravas por el lugar) bien entre las manazas de los malos… Por cierto, en este lugar surgieron un par de anécdotas: la primera es que hay que informar al personal que se acerque por allá, que los 24 ancianos del Apocalipsis que decoran la archivolta de su magnífica portada, por razones de espacio, son 23. Os parecerá cosa baladí pero una servidora que tiene la costumbre de contar absolutamente todo -por aquello de relacionar los números con las representaciones iconográficas- se estaba volviendo mico con las interpretaciones y las justificaciones. La otra también es un descubrimiento. Pero esta vez a cargo de Ceferino –representante activo de la C.A. andaluza- quien tras duros y arduos estudios dio con la “piedra filosofal”, mejor dicho la piedra Internetera que aclara el origen de la comunicación en la Red.
El sol se viene con nosotros a San Pedro de Ansemil. La imagen no puede ser más bucólica: una pastora recoge a su rebaño de vacas que pasan por la misma portada de la iglesia. Al respecto solo os diré la palabra, que una vez más salió de la boca de Augusto: “la bonitiña”. Está claro ¿no? Para la mayoría acabó aquí la jornada, pero una hora más que razonable, un sol maravilloso, un territorio trufadito de románico… hizo que unos cuantos, aún no hartos de lo que habíamos visto, pidiéramos más ración de piedras y fuimos enviados a una aldea a ver una ermita con una cubierta de madera muy muy curiosa: Dornelas. La cosa no tendría más relevancia si no fuera que al querer agradecer a la señora, que amablemente nos había proporcionado la llave, no nos aceptó dinero, pero le pareció oportuno ofrecernos unas camisetas que con el fin de sacar fondos para las fiesta del pueblo habían confeccionado con un eslogan que dice así: “¡Bailamos como o cú pero facemos unhas festas que te cagas!“ ¿A que dan ganas de ir? Acabamos la jornada sin darnos cuenta de que hemos visto 7 joyitas. ¡Lo que es estar a gusto!
La 2º jornada amanece radiante, realmente el sol en Galicia es niño: Indeciso y juguetón nos despista constantemente con sus idas y venidas.
Vamos a la Ribera Sacra, propiamente dicha, en el camino Juan Antonio tiene la valentía de ponernos un video sobre el “ORDO PROPHETARUN” y digo valentía y digo bien, porque hay que tener valor para pretender que 52 personas en un autobús callen y escuchen un auto sacramental realizado en la Catedral de Santiago, en el que se convoca a profetas y vates de la gentilidad para que testifiquen la divinidad de Cristo y censuren al incrédulo pueblo judío, según el cual, Serafín Moralejo daba a conocer la posibilidad de que la original serie estatuaria de los profetas del Pórtico tuviera su inspiración en un drama litúrgico del s. XII. La obra dramatiza una homilía atribuida a San Agustín. Lo que en un principio, a más de uno, nos asustó, resultó ser una de las mejores cosas que hemos tenido el privilegio de ver en este viaje.
Llegamos a Santo Estevo, ya sin sol, aún así el “rompan filas” habitual para hacer fotos no se diferenció de los sitios en los que el sol se ponía de nuestra parte. Después, Eiré: con sol, preciosa, rústica y femenina. Y seguimos a Ferreira de Pantón donde ya se habían empezado a desatar las iras de nuestros estómagos. Conscientes, como éramos, de que “no solo de pan vive el hombre”, agradecimos largamente unas pastas que las gracia de las manos de las monjitas nos pusieron en las nuestras (¿qué detalle no?) como agradecimiento del óbolo monetario que la asociación había dado, no sin antes hacer la fotografía de grupo delante de su magnífico ábside.
Visto lo cual, decidimos que era la hora de comer y con adelanto al horario previsto nos presentamos en el Restaurante “O GRELO” de Monforte de Lemos, con la clara intención de dar cumplida cuenta con los productos locales. Y la dimos… ¡ya lo creo que la dimos! ¿Había dicho que estábamos ya en la Ribeira Sacra ((D.O.)?
Hasta ahora no había contado que “sanjuliancastells”, en cada iglesia, nos leía, antes de nada, unas líneas preparadas como documentación del viaje por grandes firmas del románico que contamos entre nuestros AdR . Todos como niños nos sentábamos en los bancos de la iglesia esperando las acertadas palabras del ”profe”. Pero en la Iglesia de San Juan de Portomarín el Ribeira Sacra le/nos jugó una mala pasada y las líneas se le amontonaban o nosotros no captábamos bien su entonación. Pero él, impasible en el ademán, continuó leyendo con una profesionalidaaad… Regresamos al hotel, entre cabezadas y bostezos resacosos en el bus, hasta que unos chistes oportunos nos despertaron unas sonrisas. Ese día no hubo mas bises de románico. La cena en hotel encantadora como siempre, el cocinero demostró ser mejor que en los de FSR anteriores.
El día 30 de abril era la jornada más esperada. Ese día como reza el lema de este FSR: ¡¡“Vamos al Campus Stellae”!! Para muchos, además, el plus de conocer en persona a CARLOS Sastre (¡que gozada!). Ya estamos todos los convocados, con nosotros se viene la lluvia (¿Qué sería Santiago de Compostela sin ella?). Comenzamos visitando la Catedral “guiados“ por CARLOS Y AUGUSTO ¿se os ocurre mejor situación? Confieso que es la 3ª o 4ª vez que visito la catedral pero es la 1ª vez que la he visto. En las portadas, las capillas, las naves… ¡¡En el Pórtico de la Gloria!! No me imagino que se pueda superar ese momento. Allí estábamos los AdR , rodeados de tanta historia y tanto saber hacer, de tanto Arte y tanto significado. Allí con los santones del románico para nosotros solos dándonos todas suerte de explicaciones de la Gloria de aquel pórtico . ¡Que momeeeento! Y no digamos nada de la portada de Platerías...
Visitamos Santa Maria del Sar. Admirable por su apego a la vida. Famosa, por su diferencia y su imperfección .Un ejemplo de auto-superación que la hace entrañable. Si durante todo el viaje las cualificadas explicaciones arquitectónicas de Antonio Tejedor aclaraban dudas técnicas en el Sar se hicieron imprescindibles. Después de comer volvimos a Santiago, nos esperaba la subida en dos grupos deparados a las cubiertas de la Catedral y las explicaciones a cerca del coro Pétreo que el Sr. YZQUIERDO PERRÍN iba a dar para nosotros solos. Contaré una anécdota, por si hay alguien que le parece que estoy exagerando acerca de los personajes que llevábamos como “guías de excepción”. El guía local que guió a nuestro grupo por las cubiertas ¡se cuadró delante de Carlos Sastre!. Allí arriba sobre aquellas piedras cubiertas de líquenes, viendo las torres románicas (revestidas en su fachada de Barroco), mirando de tú a tú a las chimeneas de los otros edificios, tan señoras ellas… Compostela a nuestros pies, “la Berenguela” daba seis campanadas… Comenzó a llover pero no nos movimos, estábamos esperando que de un momento a otro apareciera por aquellos tejados el Maestro Mateo. Después de aquello, solo el Coro Pétreo y el magistral Yzquierdo Perrin pudieron hacernos bajar, literalmente, al suelo y al museo, donde casi volvimos a levitar de placer con sus explicaciones, era como escuchar a un padre hablar de su hijo, a quien ha formado y educado con sus propias y sabias manos. Julián Castells, como broche de oro de este FSR, entregó el "Crismón AdR " a D. Ramón José Yzquierdo Perrín.
Despedimos El IV fin de Semana Románico al día siguiente en el hotel, allí, donde, muchos, nos habíamos conocido ¡Tan solo 3 días antes! Dejamos el aire impregnado de dovelas, crismones, archivoltas y lo más importante de amistad y: un ”¡Hasta Segovia!” Que nos mantendrá ansiosos hasta entonces. Galicia, bella, enigmática, artística nos acogió y nos enseño sus secretos. Hemos aprendido un montón, pero lo mejor: LA COMPAÑÍA.
En la cena de despedida se sorteó entre los asistentes un "Crismón AdR " siendo la afortunada Montserrat Rota, AdR R Nº. 00145.