Con la mirada puesta en el cielo para ver que nos deparaba la adversa climatología que estamos soportando en los últimos meses, el pasado día 7 de Mayo fuimos llegando de muy diversas procedencias los integrantes del XVI FSR con la intención de recorrer algunos de los muchos templos repartidos por la geografía asturiana. Hay que señalar que el número de asistentes fue de lo más alto que se conoce, siendo el total de los participantes próximo a 90, número que, salvo en asambleas, no se ha superado en eventos de estas características.

El punto de encuentro era Villaviciosa, en la costa oriental de Asturias, y poco a poco fuimos llegando y buscando los hoteles que previamente se habían reservado, ya que a pesar de ser una villa turística y capital de la comarca de la sidra, los establecimientos para  pernoctar son de reducido tamaño y cada cual escogió el que mejor le iba. Esta forma de reserva a modo particular, no incluida en el  programa de FSR, aunque con hoteles recomendados y negociados los precios, constituye una novedad que ha tenido buena aceptación por la libertad de elección y excluye a la organización de posibles reclamaciones.

Tras esta fase de asentamiento, nos reunimos en uno de los hoteles recomendados, y allí la coordinadora Lola Valderrama nos expuso los pormenores del programa de visitas, los cambios habidos, y nos mostró la carta del Obispado en la que se nos autorizaba a sacar fotografías de los templos y las condiciones de las mismas.

Posteriormente, nos dirigimos a la Sidrería concertada para la cena y entre saludos, incidencias del viaje, visitas realizadas, proyectos y otro sinfín de anécdotas,  fuimos confraternizando con AdRs que habían llegado de muy diversos puntos, algunos limítrofes y otros mas distantes como Madrid, Andalucía, Euskadi o Catalunya. Tras la cena, generosamente regada con sidra de la zona, la retirada fue rápida ya que al día siguiente la cita era a primera hora y teníamos que recorrer muchos kilómetros por carreteras de sinuoso trazado.

La llegada del grupo a la villa fue tan celebrada que posamos en el ábside de la iglesia para unas fotos de grupo que se recogieron tanto en la prensa como en la web oficial. Es de agradecer la acogida que nos brindaron así como las facilidades de cara al alojamiento.

Una vez realizadas las fotos de grupo, pasamos a la portada de la iglesia de La Oliva, donde el profesor Augusto Guedes nos explicó las principales singularidades de la misma en cuanto a su historia y construcción, así como algunos añadidos posteriores. Realmente un buen punto de partida a lo que nos iba a deparar el resto de la jornada.

Concluida la vista exterior de la Oliva, y conocer sus particularidades, abordamos los transportes que nos esperaban ya que el numero de asistentes hizo necesaria la contratación de dos autobuses de distinta capacidad. Salimos rumbo a Priorio, recogiendo en el camino al profesor Cesar García de Castro, convertido en nuestro guía y autentica referencia a lo largo de todo el día, y sin cuya colaboración no hubiera sido posible realizar muchas de las visitas. Igualmente es de agradecer el soporte técnico de la megafonía   durante todo el finde a cargo de “Ina” Fdez. Iriarte. Muchas gracias.

La iglesia de Priorio cuenta con el único tímpano esculpido de Asturias y de ahí su importancia. Se trata de una representación de Cristo en Majestad acompañado por el Tetramorfos o símbolos de los cuatro evangelistas, y dos ángeles afrontados que coronan la escena. Los canecillos sobre los que se asienta el alero del templo son de temática variada y excelente manufactura. 

En Sograndio, los capiteles del arco triunfal, con el tema juglaresco de la despedida del caballero y el beso a la dama, junto con el la escena de crucifixión, son sus máximos exponentes. También es destacable la portada con sus arquivoltas decoradas con dientes de sierra de zig-zag y motivos vegetales de flores tetrapétalas, que diseccionó el profesor García de Castro comparándolas con otras similares de la zona y provenientes de los talleres que trabajaron en la catedral de Oviedo.

Nuevamente nos pusimos en marcha a través de paisajes increíbles siguiendo el curso del río Trubia y el trazado de un antiguo ferrocarril minero, hoy reconvertido en senda para excursionistas llamada “Senda del Oso” ya que aún perviven tres ejemplares en un recinto de la localidad de Proaza. Nuestra próxima visita era la iglesia de San Pedro de Arrojo, que luce junto a la antigua carretera que llevaba al puerto de La Ventana que unía Asturias con la meseta de Castilla.

La iglesia de San Pedro de Arrojo ha sufrido múltiples intervenciones a lo largo de la historia, pero a través del profesor Cesar García de Castro pudimos ver la evolución de la misma, las partes originales y posteriores añadidos. Dentro conserva unas buenas pinturas del siglo XVIII, y lo más significativo de esta Iglesia es su ábside totalmente inclinado y que milagrosamente se conserva en pié. Luce una ventana moderna que guarda la verticalidad en unos muros compuestos por buenos sillares totalmente inclinados.

Próxima la hora de la comida nos dirigimos hacia Teverga con el fin de reponer fuerzas y seguir nuestro itinerario vespertino. La cita era en Casa Aladino, y por el camino hacia la misma, una numerosa marcha cicloturista disgregada en múltiples pelotones cruzó  en nuestro camino en sentido contrario. Una vez repuestas fuerzas tras una suculenta comida rematada por un arroz con leche cremoso exquisito, nos dirigimos a la colegiata de San Pedro de Teverga, que se encuentra en la localidad, y tras ser recibidos por el Concejal de Cultura, nuevamente las explicaciones del profesor Cesar García de Castro nos situaron histórica y geográficamente ante uno de los primeros edificios del Románico asturiano. La primera charla fue bajo un tejo centenario, árbol sagrado en la cultura celta que bajo sus ramas protegía las reuniones y acuerdos tomados por lo habitantes del lugar.

Era grande la expectación por ver la colegiata, ya que unas recientes obras de restauración, la mantuvieron cerrada al público largo espacio de tiempo con resultado muy satisfactorio. A la belleza de sus proporciones en altura y naves, se le unen unos capiteles singulares por su temática; y a todo ello hay que añadir la charla del profesor García de Castro, que no solo nos explico la importancia del templo, sino que nos hizo una completa narración de los diversos ritos litúrgicos, su desarrollo, características y el complejo camino de intereses hasta llegar a la unificación con el rito romano. Durante dicha disertación, el profesor García de Castro fue obsequiado con el Crismón de AdR.

La zona alberga otros lugares dignos de visita como es el caso de Villanueva, que era nuestro próximo objetivo; así que nos  dirigimos hacia la iglesia de Santa María, templo que también ha sufrido transformaciones a lo largo de su historia. Este templo cuenta con media docena de pilares cuyos capiteles, producto de dos talleres distintos, fueron objeto de diversas interpretaciones. Es destacar su pila bautismal, contemporánea del templo, una de las mas antiguas del Principado labrada con escenas de animales de especies muy abundantes en otras épocas en la región como lobos, venados y osos.

La jornada iba tocando a su fin y nos dirigimos hacia nuestro punto de partida para ver uno de los mejores templos románicos de toda la geografía astur: San Juan de Amandi. Este templo, cuyo origen se remonta a los siglos IX y X con el nombre de San Juan de Maliayo, que era el primitivo nombre de Villaviciosa, ya sorprende en su portada principal, orientada a poniente, con algunos elementos, como son las cabezas de ave en pico de posible origen normando, también presentes en otros lugares como Aramil. Igualmente, es reseñable entre los capiteles vegetales el que representa la escena de la Presentación en el templo.

Pero el verdadero valor de esta iglesia reside en su interior y más concretamente en el ábside, con sus dos arquerías superpuestas que contienen un conjunto de capiteles que completan un programa iconográfico de primer orden con motivos como un Pantocrator, Pecado Original, nuevamente se repite el de la Presentación, lapidación de San Esteban, escenas juglarescas, combates… todo ello perfectamente recogido en la documentación previa elaborada por Javier Pelaz y Augusto Guedes, que ejerció de narrador.

Con esta visita y la posterior cena, se dio por acabada la jornada con las expectativas puestas en el siguiente día, que iba a transcurrir por la zona más próxima y ya en coches particulares.

El día amaneció muy nublado y con la típica lluvia fina conocida con el nombre de “orbayu”, pero se detuvo y nos respetó en nuestra jornada. El punto de reunión era en un parking para aprovechar al máximo la capacidad de los coches y llevar el menor número posible, aunque constituimos una larga caravana. El primer objetivo era la iglesia de Valdebárcena, y el profesor Augusto Guedes iba a ser nuestro guía durante la jornada. Interesante la iglesia de San Andrés de Valdebárcena con su cabecera recta y arquería ciega con interesantes decoración vegetal. Llama la atención la pila bautismal, que posiblemente sea “doble” ya que la basa parece ser otra pila tronco-cónica anterior a la actual de forma prismática. Conserva adosada la piedra fundacional.

Seguimos con nuestras visitas y esta vez corresponde a Santa María de Lugás, centro de peregrinación y gran devoción en la zona por los numerosos “ex-votos” depositados. El sacerdote nos explica un poco la historia mientras el profesor Augusto Guedes nos la amplía hacia el aspecto artístico. Visita breve ya que nuestro siguiente objetivo es de los más apetecibles de la región.

Así, la comitiva pone rumbo a Valdediós, donde nos esperan dos templos con características distintas pero de gran belleza ambos. Uno es la iglesia de San Salvador, conocida como “El Conventín”, de tipo prerrománico, y la otra es Santa María, fiel ejemplo de la austeridad cisterciense. En esta ocasión contamos con el guía oficial del lugar, que nos hace un pormenorizado relato de la historia y los valores de “El Conventin” mostrando esquemas de partes desaparecidas, y a continuación nos dirigimos a Santa Maria, situada en el mismo idílico lugar, con su imponente ábside y portada. Esta iglesia forma parte de un complejo de edificaciones eclesiásticas actualmente abandonadas, pero que no puede ocultar su importancia que tuvo en tiempos pasados.


Nuestro último objetivo de la jornada estaba en Lloraza, y su iglesia de Santa Eulalia, que conserva una portada ricamente decorada con su tejaroz y canecillos que forman un programa iconográfico, así como los imponentes capiteles del arco triunfal y otros elementos como la línea de imposta vegetal del ábside y una curiosa pila bautismal cuadrada. Nuevamente el profesor Augusto Guedes nos ilustra con sus explicaciones, rematadas por Dª Oliva, auténtica custodia del lugar y depositaria de las llaves.

De camino a la comida de despedida, y fuera del programa acordado, hacemos un breve alto en Bedriñada para admirar desde el exterior sus tres ventanas bíforas laterales prerrománicas y la maravillosa celosía vegetal que luce el vano existente sobre la portada occidental.

En este punto se dio por finalizada la actividad románica, siendo numerosos los compañeros que partieron hacia sus lugares de origen, mientras el resto nos dirigimos nuevamente a Villaviciosa al Restaurante “El Horru” con los mejores deseos de volver a encontrarnos más temprano que tarde ante alguno de los muchos monumentos que nos restan por visitar.                                  

Mikel Unanue Lobeto