Si una crónica debe ser la descripción cronológica de los hechos, vivencias y acontecimientos acaecidos durante unas Jornadas, es decir en el sentido temporal del desarrollo de la misma. la presente se apartará ligeramente de tal postulado, por cuanto parece oportuno diferenciar tres partes.
En efecto, los asistentes a la asamblea General Ordinaria y Extraordinaria de 2013 de los AdR en Estibaliz (Álava), que era el acto institucional y el objetivo principal y más importante de estas Jornadas, a celebrar en la tarde del sábado 20 de abril, tuvimos la suerte de disfrutar del magnífico y amplio programas de visitas que los organizadores de estas jornadas (Lola Valderrama, Javier de la Fuente, Juan Ramón Ugarte, etc.) nos había preparado.
Este programa complementario a dicha Asamblea, se subdividió a su vez en dos partes:
Con este esquemático enfoque, la narración de los hechos vividos en estos tres días puede resumirse aproximadamente, más o menos así:
Como estaba previsto, sobre las 9 de la noche del viernes, nos fuimos reuniendo todos los asistentes en el hall del Hotel Holiday Inn Expres Vitoria, situado en el Polig. Ind. Jundiz, situado a unos 6 Km de la capital, el cual resultó de estancia muy agradable y de máxima confortabilidad para todos los que pernoctamos allí.
Tras los correspondientes saludos y fraternales abrazos entre todos los AdR, que en número de 110, nos congregamos en dicho hall, nos dirigimos a la cena de bienvenida, que se celebró en el restaurante Aldaya, situado a muy pocos metros, enfrente al Hotel de pernoctación.
Allí se produjo, de forma más que holgada, la restauración de cuerpo, del alma y del espíritu, pues gracias a la selectiva labor, a veces silenciosa y no adecuadamente valorada, realizada por el equipo organizador de estas jornadas, fuimos ampliamente saciados con el siguiente menú:
En definitiva “una pasada”. Como diría un castizo “pa habernos matao”.
Durante esta agradable y abundante cena, nuestro querido AdR Juan Ramón Ugarte, residente en Vitoria-Gasteiz y gran conocedor de todo el románico alavés y que de forma tan discreta como desinteresada, ha preparado la didáctica y magistral documentación informativa sobre las iglesias visitadas en estas Jornadas (accesible pag www de AdR) hizo entrega de unos “pink” de la asociación promovida por él mismo y denominada “Homo viator victoriensis” en razón al primitivo ramal del camino de Santiago que arribaba y cruzaba la capital alavesa, a una serie de distinguidos miembros AdR, que en esta ocasión, por los méritos contraídos, recayeron en nuestro presidente, Juan Antonio Olañeta y los AdR Jesús Ribate, Javier de la Fuente y Lola Valderrama, primera mujer que ostenta dicha distinción, acto que fue aplaudido y celebrado por todos los asistentes. Quedó pendiente, para la próxima jornada, y así se lo solicita a Juan Ramón, la imposición de dicha insignia, al miembro AdR que redacta la presente crónica,
Tras la degustación del café y finalización de la animada charla, se dio por terminada la cena de bienvenida, partiendo todos los comensales, por el mismo procedimiento que a la llegada pero en sentido inverso, hasta el hotel de acogida.
Aquí vemos, sobre el atril de esta bella basílica, a Lola dando las consabidas instrucciones a los “descarriados” AdR
A continuación tomó la palabra el Prof. Ocariz, el cual iba a dejar constancia, a través de las explicaciones que nos trasmitió durante toda la jornada, de sus profundos y amplios conocimientos, no solo de los edificios visitados, sino de todo el románico alavés.
Las explicaciones, que ya en el interior de la Basílica nos transmitió el Sr. Ocariz, dieron comienzo con una breve introducción histórica, para mejor entender el panorama del románico de la zona. Hizo hincapié en que los territorios que hoy conforman Álava fueron muy disputados por castellanos y navarros. De ello declinan las influencias arquitectónicas que podemos diferenciar en los correspondientes edificios. Los dos reyes protagonistas de esta época (siglo XII-XIII) son:
Sancho VI “El Sabio” de Navarra (1125- 1194) que entre otros funda Treviño, San Sebastián y Vitoria sobre la colina de Gasteiz y el rey de Castilla Alfonso VIII, el de “las Navas” (1155-1214), sobrino del antedicho rey de Navarra, y cuyo objetivo fue el de recuperar las tierras que su tío le había arrebatado durante su minoría de edad.
Tras esta breve introducción, el Prof. Ocariz se centró sobre el origen y evolución de la propia iglesia, señalándonos la existencia de un obispado, allá por el siglo IX, en los cimientos del actual San Prudencio de Armentia (antes San Andrés) y las distintas categorías temporales, desde colegiata a iglesia parroquial.
A continuación, centró sus explicaciones sobre el propio edificio, su arquitectura (planta en cruz) y su singular escultura, comenzando primero con una pormenorizada descripción del interior de la iglesia (crucero y ábside) y explayándose después en la zona exterior con los elementos escultóricos del atrio, en los que señaló rasgos diferenciadores de los tres talleres que indubitamente intervinieron en la talla de tales grupos. (No vamos a repetir aquí lo dicho, remitiéndonos a la documentación contenida en la web privada de AdR sobre esta Jornada).
Tanto en el interior como en el exterior, nos hizo ver las recomposiones sufridas en el tiempo por esta iglesia, constatable tanto por la ubicación de las ventanas como por la ubicación de las tallas y resto de elementos, todos ellos procedentes muy posiblemente de Armentia, en la época de declive de dicho templo o de los últimos talleres que trabajaron allí.
La delicadeza y finura de las figuras de estas ventanas son un deleite para todos aquellos que aman el románico. Con esta elevada sensación de haber contemplado algo excepcional, dimos por terminada la visita, que para mayor abundamiento fue complementada con el obsequio, por parte de la parroquia, de unos típicos y exquisitos “buñuelos” de la zona, en cantidad y número suficiente como para matar el “gusanillo” que ya hacia acto de presencia estomacal a estas horas de la mañana.
De la mano del incansable prof. Ocariz, disfrutamos de este emblemático y relevante santuario alavés, bajo la advocación de Nª Sª de Estibaliz, patrona de dicha provincia.
De las explicaciones de nuestro guía, en este lugar se establecieron, al parecer, las primeras comunidades monacales (hacia 1074) cuando el conde de Estibaliz, don Álvaro González de Guinea dotó un altar a San Millan. Posteriormente doña Maria, sobrina de D. Diego Lopez de Haro, señor de Vizcaya, dona la iglesia a la comunidad benedictina de Santa Maria la Real de Najera, pasando tras muchas vicisitudes, al municipio de Vitoria-Gasteiz.
El edificio, de planta en cruz latina, de una sola nave, presenta una excepcional y exquisita portada así como una amplia temática en canecillos y capiteles, cuya simbología, rica y variada, se presta a múltiples interpretaciones, que fueron magistralmente desgranadas por nuestro profesor (pasajes de ambos Testamentos asi como alusivos a la lujuria y la avaricia) cuya talla denota, al parecer, la existencia de varios talleres y épocas distintas.
En el incomparable marco de esta bella portada, nos hicimos la foto de grupo de portada.
Sobre las 14 horas, y tras esta visita final, pasamos al restaurante Estibaliz, situado en el entorno de este santuario, donde estaba prevista la comida, a cuyo termino, ya por la tarde y en los salones correspondiente, se iba a celebrar la Asamblea General Ordinaria y Extraordinaria 2013 de AdR, cuyo desarrollo y detalles es el objeto del anexo nº 1 de esta cronica.
Tras la Asamblea, los miembros asistentes dispusieron a su antojo, de tiempo libre para visitar el casco viejo de Vitoria-Gasteiz y de sus numerosas y surtidas tabernas, donde restaurar fuerzas y animos para afrontar las no menos interesantes visitas programadas para la mañana del domingo a otras singulares iglesias del romanico alaves.
En esta ermita, en la actualidad bajo la advocacion de Nº Sª de la Concepcion, situada en el Condado de Trevino, nos esperaba el guia D. Ricardo Garay Osma, amplio conocedor tambien del romanico de la zona y cuyas explicaciones nos acompañó en esta y en las dos siguientes iglesias visitadas en el curso de dicha mañana (Uzquiano y San Juan de Marquinez)
Las explicaciones de nuestro guia comenzaron en el exterior del abside, parte mas relevante del edificio, con tres calles y tres niveles (primer nivel circular, 2º poligonal con ventanas y 3º circular con arcos trilobulados) ejecutado con toda seguridad por un primer taller de la orbita silense.
Ya en la portada, ejecutado por taller diferente al abside, nos señalo una placa que indica 1162 como fecha de consagracion del templo, bajo la advocacion a San Vicente. Para diferenciarlo de San Vicente de la Sonsierra, de mayor importancia, motejaron a esta iglesia como San Vicentejo, denominacion que perdura en la actualidad.
Tras la foto de rigor al pie de esta ermita, obra, como las restante de grupo, de nuestro querido Angel Bartolome, en un soleado y explendido dia, partimos hacia la iglesia de Nª Srª de la Asuncion en el cercano pueblo de Uzquiano.
Ya en esta iglesia, curiosamente de doble portada, como consecuencia del remontado de una de ellas, realizada en los años 60 con piezas procedentes del cercano pueblo de Ochano, hoy abandonado y solo visitado por motivos esotericos, nuestro guia Sr. Garay Osma nos remarcó el carácter rural de estas construcciones, tipologia muy normal y generalizada en el pais vasco.
Las explicaciones se centraron en primer lugar sobre la portada trasladada, cuyos capiteles y cuadruple arquivolta, agrupan figuras y ornamentacion de tema negativo en su lado izquierdo y de tema positivo en el derecho, todo ello en la didactica para el creyente de evitar los malos habitos (capiteles de la izquierda) y seguir los preceptos del buen camino (capiteles de la derecha).
En el interior del templo, las notas se centraron en el retablo, que presenta tres calles y tres niveles. En el primer nivel figuras de santos. El segundo destinado a las virtudes (fortaleza, esperanza, fe, caridad) y como remate superior, un calvario.
Tras lo cual, la caravana AdR se dirigió hacia la ultima visita programada, es decir hacia la Iglesia de San Juan en el no lejano pueblo de MARQUINEZ.
Esta iglesia, romanico en cierto modo de proporciones perfectas, de una sola nave con tres tramos y abside semicircular con una sola ventana (no tres como es habitual) con boveda de horno y un pesbiterio bajo y estrecho, tiene cierta similitud con San Vicentejo.
Ha sido calificado como uno de los edificios mas bellos de Alava por sus correctas proporciones.
En su muro meridional se abre su portada con arquivoltas con hojas de acanto, piñas y guirnaldas sobre tres pares de columnas, con capiteles de acantos delicadamente labrados.
Sobre una imposta ajedrezada a nivel de los capiteles de portada, se abren dos ventanas, que tienen tres pares de columnas con capiteles de acantos y sobre ellos arco de medio punto con besantes.
En este muro hay una placa con una larga lectura sobre el Obispo consagrante y la fecha de la misma (1226)
Con esta visita se dio por terminada esta amigable jornada romanica, en la que quedó patente la confraternizacion y buena armonia de todos los asistentes.
Un radiante sol y un buen tiempo vino a acompañarnos a lo largo de estas jornadas, que sirvió para el mejor y mayor disfrute de todas las visitas y especialmente para el relajo de alguno miembro, como lo demuestra la pose del “doncel de Pamplona”, nuestro querido Angel, que a mayor honra y a partir de ahora, será conocido no como el fotografo oficial, sino como el “doncel de Marquinez” , pose que recogemos en la foto final de la presente cronica
Jose Alejandro Muñoz Robleño