Entre el viernes 20 de Octubre y el domingo 22 del año 2023, ERA MMLXI, los AdR´s celebramos en Zamora el segundo FSR monográfico tras la pandemia. Como siempre, empezó puntualmente la jornada del viernes, lo que siempre hemos llamado actividad complementaria, a las “taurinas” cinco de la tarde. Este cronista que había elegido “sabiamente” el hotel junto al Puente de Piedra para estar más cerca de la Playa de los Pelambres se encontró que no podía pasar el río por dicho puente por estar cerrado incluso para los peatones. Sabiendo que había otro hotel cercano con miembros de AdR residiendo en él, el cronista no dudó en comenzar las carreras zamoranas que se extendieron hasta el domingo y llegar a este segundo hotel (no por segundo peor hotel), donde tuvo la suerte de encontrarse con los AdR’s navarros Pedro y Carmen que ofrecieron amablemente el taxi que habían pedido para que el cronista no acabara sin resuello intentando llegar a la Playa de los Pelambres.
Allí nos esperaba Beatriz Barrio Rodríguez, arquitecta y guía, quien armada de rotulador y plano de la ciudad nos enseñó como fue el avance habitacional zamorano hacia el este a lo largo de la historia. La vista de la ciudad desde este lugar es realmente magnífica, por lo tanto los AdR’s nos inyectamos directamente en cámara y móviles tantas fotografías como fueron necesarias para calmar nuestro mono. Ya más tranquilos pero andando casi a paso de la Legión, Beatriz nos dirige por el Puente de los Poetas hacia el Castillo. Pero la tarde es joven aunque los destinos sean lejanos. El relevo lo toma nuestra coordinadora de CyL, Carmen Pérez Molpeceres, quien aumentando, si cabe, el paso de Beatriz nos conduce a unos pocos, catorce creo, a la cata de vinos programada. Allí nos recibe el enólogo y sumiller Francisco Javier Manzano Mateos que nos explica con gran detalle la manera de realizar la cata de cinco referencias vitivinícolas distintas.
A continuación tiene lugar la cena de encuentro donde unos 75 AdR’s, de los 85 presentes en el FsR, despliegan por el comedor su amistad, cariño y camaradería. Vamos a participar de las charlas que los profesores y las profesoras nos brindarán el sábado y el domingo.
El sábado a las diez de la mañana estamos emplazados los 85 en la sala de conferencias del hotel, donde nuestra presidenta Alicia Padín Buceta nos presenta las jornadas.
Nuestra coordinadora de Castilla y León Carmen Pérez Molpeceres nos presenta al primer ponente, se trata de Paco Somoza arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, restaurador en la ciudad de Zamora de las Aceñas de Olivares, la Calle Balborraz, el Castillo, importantes sectores de la muralla, etc., por las que ha obtenido varios premios Europa Nostra. Es él el responsable del proyecto que se encargó de la restauración del hotel donde ahora nos encontramos.
Su conferencia se titula: “Zamora. La ciudad que crece hacia el naciente”. Comienza indicándonos cómo el primer asentamiento tiene lugar en esa roca sobre el río Duero y en su confluencia con el río Valderaduey que en la actualidad presenta un desplazamiento de su antiguo cauce debido a algún tipo de movimiento telúrico. La ciudad se extiende hacia el este, llegando a tener hasta seis cercas amuralladas según algunas crónicas, de las cuales ahora solo tres podemos rastrear. Las Aceñas de Olivares, el edificio más antiguo de la ciudad, al ir perdiendo el objetivo para el que fue hecho que era transformar la fuerza del agua en energía, comienza una lánguida decadencia desde principios del siglo XX; algo parecido pasa con el Castillo al perder su función defensiva. A medida que Zamora se expande los tres recintos que van quedando atrás se van degradando. Nos recomienda Paco la novela de Julio Cortázar “Casa tomada”, como símbolo del abandono. Es durante el siglo XII cuando se produce una gran actividad constructiva que mantiene un orden de edificación, en primer lugar la utilidad, luego la firmeza del edificio y finalmente la belleza del mismo. Además de las iglesias que veremos por la tarde el sábado y en la mañana del domingo, románicas todas ellas, Paco nos intercala en su exposición algunos edificios novecentistas, renacentistas, indicándonos las construcciones realizadas de manera cronológica y siglo a siglo hasta la actualidad, apuntándonos los arquitectos más importantes que las realizaron en el siglo XX.
A continuación toma la palabra nuestra guía del viernes, Beatriz Barrio Rodríguez que es presentada por la organización para aquellos que no estuvieron en la actividad complementaria. Su conferencia la titula “Lazos de piedra. Relaciones arquitectónicas entre las iglesias románicas de la ciudad de Zamora” y realiza una muy didáctica y pedagógica exposición relacionando una iglesia con la siguiente según su arquitectura y basándose en la planta (cabecera y naves), sistema estructural (horizontal: bóvedas y vertical: muros), vanos y extras: torres, sacristías o espadañas.
Comenzando con la extramuros Santiago de los Caballeros de planta única, nos habla de un total de 19 templos, incluida la catedral. La siguiente la relaciona con la anterior por la planta, San Claudio de Olivares, también extramuros, ésta con la siguiente, La Magdalena, torre en lugar de espadaña, a continuación Santa María La Horta, relacionada con la anterior por pertenencia a la orden de San Juan, y así, una con otra, aparecen Santa María la Nueva, la Catedral, San Ildefonso, Santiago del Burgo, San Juan de la Puerta Nueva, Santo Tomé, San Cipriano, San Esteban, San Vicente, inmensa Torre levantada con el mismo orden que la de la Catedral, San Isidoro, El Espíritu Santo, Santo Sepulcro, Santa Lucía, San Leonardo y San Frutos.
Tras un pequeño descanso a las 12:45, José Ángel Rivera de las Heras, Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, además de Doctor en Historia del Arte y Canónigo responsable del Patrimonio de la Catedral de Zamora, nos comunica la conferencia titulada: “La Catedral Románica de Zamora”.
Comienza dándonos una relación histórica de la Sede Episcopal, indicando los nombres de los obispos que destacaron en ella, tanto antes de 988 en que tiene lugar la conquista de Al-Mansur, como después de su restablecimiento en 1221. Por las lápidas muy posteriores que indican una fecha de consagración de la Iglesia, se suponen hasta tres fases en su construcción.
Nos habla de los elementos arquitectónicos de que consta la catedral, con su austeridad decorativa, destacando el extraordinario cimborrio que tendremos oportunidad de ver por la tarde, tanto desde dentro como exteriormente desde arriba; todos estos detalles los encontrarán en la colaboración que el mismo José Ángel ha hecho en la Enciclopedia del Románico en Castilla y León con el artículo "La catedral de Zamora". (La podemos encontrar también en la web Románico Digital. Pero lo que todavía allí no encontraremos serán los dos descubrimientos que tuvieron lugar en 2016 y 2018: el primero consiste en una ventana y cuatro capiteles que representan “la Parusía” y el segundo en el sepulcro de Bernardo de Périgod, un sudario, unas cáligas, mitra, textiles andalusíes, guantes. Un aplauso general, muy cariñoso y prolongado cierra esta conferencia y los AdR´s nos dirigimos sin pérdida alguna de tiempo hacia el comedor de este bonito hotel restaurado por Paco Somoza.
El menú figura en la convocatoria que las encargadas del FsR han realizado y la comida es recibida con ganas porque hay que reponer con estos “Yantares Castellanos” las fuerzas que hemos gastado y aún tenemos que gastar por la tarde que físicamente se presenta aún más dura si cabe.
A los postres tenemos la esperada rifa de libros cuyos ganadores son:
El cierre lo realiza, como va siendo habitual, Augusto Guedes, Coordinador de Galicia y Portugal, leyéndonos un poema antes del cual nos cita una estrofa del poema al Duero de Gerardo Diego, y que Augusto engancha para leernos el suyo. Bueno, Gerardo Diego hablaba del Duero de Soria: “…nadie a acompañarte baja…”; aquí en Zamora no ocurre lo mismo, por lo menos este fin de semana donde los AdR´s estamos constantemente bajando al Duero y subiendo hacia “Los Ojos del Duero” para ver y maravillarnos con sus iglesias románicas.
Así que, divididos en tres grupos vamos a seguir acompañando al Duero y a sus ojos. Subimos a todo escape la Santa cuesta de la Calle Balborraz, ¡señor, qué cuesta! y, ¡después de comer! Y nos dirigimos hacia la Catedral para intentar hacer la foto de grupo a la que algunos no llegamos. Mientras unos entran en la Catedral, otros se dirigen a Santiago el Viejo, de los Caballeros o de las Eras, y luego se intercambian. En la Catedral, la explicación, magnífica y muy detallada, crucero, retablo, cimborrio, coro y “misericordias” de los asientos del coro, corre a cargo de José Ángel Rivera de las Heras y Carmen se ocupa de la conducción al tejado para admirar el cimborrio al exterior y de cerca, privilegio que solo se nos concede a los AdR’s. A Beatriz le toca la explicación de Santiago, una joyita románica en un entorno bucólico ideal.
A las siete ya estamos, según lo previsto, liberados de románico y según indicaciones que tiene este cronista, dadas por Beatriz a otro AdR y confirmadas por los AdR’s alcarreños Javier y Paloma, sin pasar por el hotel ya que los tres estamos en uno de la orilla del Duero, nos dirigimos a la zona más lejana, pero sin cuestas, donde degustamos unos excelentes pinchos y el sabor del sábado zamorano. La jornada acaba como Dios manda, y ya, cuesta abajo el hotel nos espera.
El domingo acudimos todos a la Plaza Mayor donde nuestras lideresas nos han citado, y ahora sí, nos hacemos la foto de grupo. Nos dividimos en dos grupos, uno con Paco y el otro con Beatriz, para, de una forma muy bien coordinada, ver San Cipriano, Santiago del Burgo, San Claudio de Olivares, La Magdalena y las Aceñas, tanto por dentro como por fuera, procurando no interrumpir la carrera y marcha contra el cáncer que los zamoranos celebran.
Por necesidades de transporte, este cronista tiene que emprender la marcha hacia Madrid, sin tiempo para despedidas casi, pero durante el viaje de regreso recuerda las innumerables situaciones que han conseguido un magnífico fin de semana en la capital del románico.
Daniel Silva Martín